En cuanto se retorne a las actividades eclesiásticas, los sacerdotes, obispos y personal religioso, deberá utilizar cubrebocas y guantes para dar la eucaristía, así como llevar a cabo otras acciones sanitarias para evitar contagios de covid-19, mismas que fueron dadas a conocer por la Arquidiócesis de Tulancingo esta mañana de sábado.
En una carta firmada por Monseñor, Domingo Díaz Martínez, quien es responsable de la Dimensión Episcopal para la Pastoral de la Salud, presentó los lineamientos generales, “a manera de orientación”, para que cada obispo pueda normar estas acciones según su propia realidad.
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“A nosotros los obispos se nos ha encomendado y confiado el apacentar la Iglesia que peregrina en México por mandato de Nuestro Señor Jesucristo. Creemos que en este tiempo de pandemia necesitamos sentarnos a los pies de la Virgen de Guadalupe para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. Esta es nuestra responsabilidad histórica en este momento de crisis sanitaria, por la fe y la salud”, indicó Díaz Martínez, para después especificar los lineamientos que se requerirán en algunos templos para atender a las y los feligreses en el retorno a “la nueva normalidad”.
“Al momento de levantarse a la comunión se pide respetar la modalidad de la sana distancia entre las personas, organizando de manera adecuada y creativa ladistribución y recepción de la Sagrada Comunión en la mano. El sacerdote deberá usar cubrebocas para dar la comunión y, de preferencia, con guantes puestos en el momento de darla, o en su defecto desinfectarse las manos con gel, antes de distribuirla”, se especifica en el documento.
Así también, señala Díaz Martínez que, para emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria se deben tomar muy en cuenta las disposiciones de la Secretaría de Salud y lograr la reapertura gradual de las celebraciones en la Iglesias, por lo que sugirió la creación de un Equipo Estratégico para el prudente discernimiento pastoral.
“El reinicio de las misas con la asistencia de un número reducido de fieles, con las medidas de precaución, sin síntomas, ni temperatura, además de diseñar una campaña pastoral para dar la bienvenida de regreso a los fieles a la participación Eucarística, y ofrecer propuestas para las celebraciones de los sacramentos y flexible calendarización".
“Debemos recomendar a la población en riesgo, que pueda ver y participar de las misas a través de la TV, Radio y plataforma digitales, y la reactivación anticipada y contenida de las misas será en las zonas con menor contagio; mantener las iglesias abiertas con las bancas espaciadas. Abriendo las diferentes puertas de las iglesias, con la finalidad de favorecer la ventilación de esta, así como el contacto con las puertas para entrar y salir”, se expone, además de que los templos deberán tener gel antibacterial disponible y la separación de las bancas tendrán una distancia mínima de metro y medio.
Asimismo, se indicó que cada templo deberá tener un equipo de laicos que ayuden a sanitizar las manos de las personas con gel antibacterial, así como el acomodo de las mismas al momento de entrar a la iglesia, además de que no se permitirá el acceso a personas que traigan temperatura mayor a los 37 grados, “por recomendaciones de la Secretaría de Salud”.
Finalmente, dio gracias a Dios por el retorno paulatino de las actividades y señaló que esta situación vivida por millones de mexicanos, “nos ayude a crecer y madurar en nuestra vida de fe, esperanza y caridad. Que la Virgen de Guadalupe nos cubra con su manto y nos ayude a superar esta pandemia y la gran crisis que ésta ha provocado”, concluyó.