Existe un vínculo histórico y casi simbiótico entre la Ciudad de México y el agua, el recurso natural más preciado en todo el mundo.
Históricamente, México-Tenochtitlán como se le conoció a la capital del país durante la dominación española, se ha encontrado en el centro y rodeado de grandes proporciones lacustres que, hasta el día de hoy, abastecen a una población conformada por más de 37 millones de residentes tan sólo en la capital.
Con una de las poblaciones más densas en el ranking mundial, la Ciudad de México ha tenido que enfrentar a lo largo de su historia, diversos retos en torno al abastecimiento hídrico, así como de la gestión de otras labores vinculadas a este recurso, que desde 2003 se gestiona a través del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex).
Los orígenes de este órgano actualmente desconcentrado se remontan a 1933 con la fundación de la Dirección General de Aguas y Saneamiento (DGAS), que tras 64 años ha evolucionado a lo que hoy conocemos como Sacmex, la dependencia encargada de abastecer con agua potable a las mil 812 colonias que existen a lo largo de 16 alcaldías y pueblos que conforman a la Ciudad de México.
Actualmente adscrito a la Secretaría de Medio Ambiente, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México ha adquirido el compromiso de garantizar el abasto hídrico para todos los habitantes de la ciudad con la cantidad, calidad y eficiencia necesaria bajo el principio de igualdad y no discriminación.
Pero también, es el encargado de formular, actualizar y controlar el desarrollo del programa de operación hídrica, así como de los estudios y proyectos de abastecimiento de agua potable y reaprovechamiento de aguas residuales, velando por la construcción y conservación de infraestructura hidráulica y del drenaje que se requiere en toda la ciudad.
Recientemente y bajo la coordinación general del doctor Rafael Carmona Paredes, el Sacmex ha comenzado a desarrollar acciones conjuntas con municipios y estados circunvecinos a la Ciudad de México en materia hidráulica, así como a planear, instrumentar y coordinar acciones que permitan lograr el uso eficiente del agua en la capital.
Una de las medidas más destacadas, tienen que ver con el proyecto de Sectorización y Macromedición con sistemas digitales, como una apuesta para integrar tecnología al servicio de los ciudadanos y la gestión pública, con lo que se buscará gestionar, distribuir y atacar con eficiencia el desperdicio y las fugas de agua potable en este punto del país.
ROA