De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud una persona sobresaliente es aquella que tiene un coeficiente intelectual superior a los 110 puntos en pruebas psicométricas. Taide Cárdenas Briones es una niña de 12 años del municipio de Salamanca que con IQ de 120 puntos se ubica dentro del 3 por ciento de la población mundial, una niña genio.
"La media es 100, puede ser 10 puntos menos o 10 puntos más y entrar dentro de lo normal, cuando pasa el coeficiente intelectual de 110 se puede considerar que es un niño que sobre sale de la media de la población”, , explica Eurídice Ruiz, psicóloga educativa, quien labora con Taide como parte del acompañamiento que le brinda Usaer para detonar su potencial.
Fue en preescolar cuando su docente detecto en la niña una habilidad particular pues terminaba sus trabajos demasiado rápido y era muy activa, motivo por el cual la canalizaron con los maestros de Unidades de Servicio de Apoyo a la Escuela Regular (Usaer) que realizaron las pruebas específicas de coeficiente intelectual, psicológico y cognoscitivo para iniciar su formación especializada.
"Lee más rápido, contesta más rápido las preguntas de lo normal, acaba más rápido los trabajos, se le facilita mucho y con una vez que se le explique, ella entiende”, agrega Eurídice.
La niña que actualmente tiene un promedio de excelencia académica con 10 absoluto, que inclusive la llevó a ser reconocida por el gobernador Diego Sinhue, es una infante que ya escribía desde los 4 años de edad, aprendió a leer a los 5 años y en desde la primaria realizaba operaciones matemáticas complejas.
"A los cinco años le busque una maestra, la lleve a casa de esa maestra y en un día ella aprendió a leer”, narra su madre María Luisa Briones.
Adicional a sus clases en la escuela primaria regular, Taide dedica horas extra a su formación especial con la USAER, donde gracias a sus habilidades matemáticas, la preparan para concursar en esta disciplina donde el año pasado obtuvo el sexto lugar estatal del Cimat, Centro de Investigación de Matemáticas, que selecciona los niños más sobresalientes.
Para una niña con su potencial el cielo es límite y sus padres se esfuerzan por acercarla a lograr todos sus sueños, en los que la pequeña se ve en un futuro dentro de un laboratorio, “Ser ingeniera química haciendo formulas y todo eso”, concluye Taide con gran entusiasmo.