Al registrar una baja en sus ventas de hasta 80 por ciento y la nula presencia de visitantes, productores de sal del municipio de Zapotitlán Salinas comenzaron a trabajar en el mejoramiento de las piletas donde almacenan el agua para generar el mineral, informó Juan Diego Hernández Cortés, integrante del grupo de operadores.
El representante comentó que iniciaron los trabajos tras obtener un crédito mediante la gestión de la Dirección de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, por aproximadamente 30 mil pesos. Explicó que las instalaciones son prioritarias para almacenar el agua que después se convertirá en sal.
Además, indicó que se realizaron diversos trabajos con el recurso económico, pues algunos productores reconstruyeron paredes y bases, mientras que otros se encargaron de la rehabilitación del 50 por ciento de los cuadros; todo dependía del estado en que se encontraban las instalaciones de las salinas, cuya actividad inició en la época prehispánica y que se transmite de generación en generación.
Hernández Cortés dijo que las reparaciones fueron hechas en gran parte por los productores de sal, otros contrataron a personal que conoce cómo se debe efectuar la reconstrucción de las salinas, ya que requieren de un trabajo detallado. Indicó que se necesita de gente que conozca las condiciones en que deben quedar estos espacios, pues la mayoría se ocupan en su totalidad.
Contó que con este crédito se espera que el próximo año otros salineros sean considerados para el programa, con el fin de que haya más capacidad de producción.
La sal, parte del atractivo turístico en el municipio
El interés de los productores de este municipio en mejorar las salinas se debe a que buscan continuar con esta actividad en instalaciones más eficientes, las cuales les permitirán cosechar una mayor cantidad de kilos del mineral que se utiliza en la gastronomía y, de esta forma, obtener un mayor beneficio económico.
Las salinas, como se les conoce, “forman parte de los recorridos turísticos que a diario se tenían en esa zona de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlan, sin embargo, la actividad quedó suspendida desde marzo pasado por la pandemia del coronavirus. Por lo anterior, las ventas se redujeron hasta 80 por ciento, porque la gente que compraba para revender dejó de asistir, lo mismo que el turismo que llegaba a la zona por las restricciones sanitarias”, dijo Juan Diego Hernández Cortés.
Reveló que las salinas son el complemento de los recorridos turísticos, ya que los visitantes pueden “sentir en la palma de las manos cómo resbalan los granos de la sal que obtienen del agua que brota del suelo semidesértico. La sal orgánica que se produce en Zapotitlán tiene prestigio y aceptación en el mercado nacional e internacional. La llegada de turistas ha permitido constatar el sabor que la sal brinda a los alimentos y los aportes que hace al organismo al estar libre de productos químicos” aseguró Diego Cortés.
Asimismo, comentó que las bajas ventas durante seis meses de la sal, producto que requiere de un trabajo continuo y es poco redituable económicamente, no afectó el ánimo de los productores que venden el kilo entre 12 y 15 pesos, pues ven en este oficio una oportunidad de crecimiento.
Explicó que se tienen planes para mejorar los sistemas de comercialización y se busca encausar las ventas hacia otros mercados de consumo, tanto nacionales como extranjeros. Por ello, afirmó que la sal Zapotitlán la han consumido personas procedentes de Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, España, incluso países de Medio Oriente que conocen este producto, quienes han expresado su agradable sabor y buscan comercializar cuando se cumplan los requisitos sanitarios.
En busca de colocar una marca
Para los productores, la inactividad turística los llevó a elaborar planes para aplicarse en 2021, y en ellos están involucrados autoridades comunales, la RBTC y el alcalde Eduardo Vázquez Márquez.
“La búsqueda de la marca es un trabajo realizado por los productores de sal desde años atrás. Hay avances pero faltan hacer estudios, concretar varios trámites ante distintas dependencias gubernamentales que son las responsables de autorizar la venta en cadenas comerciales, pues hay que cumplir con ciertos requisitos”, señaló el presidente municipal, quien indicó que las autoridades de gobierno están dispuestas en ayudar.
De acuerdo con Juan Diego Hernández, el registro de marca se ha convertido en una meta para los productores, por lo que la Universidad Tecnológica de Tehuacán realiza los estudios de los pozos que alimentan las salinas para así conocer cada uno de los componentes del agua de la cual se obtiene la sal, la tabla nutricional, entre otros requisitos.
“En este trabajo los productores de sal están aportando las muestras que necesitan para continuar con los estudios de laboratorio y, sobre todo, demostrar a los consumidores que esta sal no contiene metales pesados”, aseguró.
Una vez que se cumpla con este requisito, se trabajará en el diseño del empaque para después presentarlo al mercado gourmet o lugares donde se da el consumo de productos naturales.
Comentó que el interés de contar con una marca surge porque “hay gente interesada en comprar este producto. Saben de la calidad de la sal, que es orgánica y cuenta con una gran historia, pero piden que sea avalada mediante estudios de investigación y demostrar que se tiene un buen precio, debido a la competencia”.
mpl