Si bien hemos vivido más de dos años afectados por la pandemia que nos ha arrebatado a nuestros seres queridos y distanciado de nuestras familias, ahora también estamos haciendo frente a un problema económico mundial como lo es la inflación. Llegar a estas fechas de Nochebuena y Navidad, nos obliga a recuperar su sentido para mantenernos con fe y esperanza, en que el nuevo año que está por iniciar nos brinde una oportunidad de mejorar en todos los sentidos.
Por ello desde la fe católica el obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, señala que es importante no olvidar el motivo real de esta fecha, que es el nacimiento de Jesucristo, la Nochebuena representa la alegría y la paz, afirma el representante de la iglesia en la zona.
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Reconoce lo difícil de la situación social, económica y comercial que prevalece en este momento entre las familias, pero indica que esto no debe borrar el verdadero sentido de la Navidad que es la alegría de la llegada de nuestro señor, porque se corre el riesgo de celebrar de manera muy superficial y no darle la relevancia que tiene este motivo.
“La cena y el encuentro de la familia es muy hermoso, pero eso no debe borrar el verdadero sentido que es una fiesta de espiritualidad cristiana, que nos recuerda el nacimiento de nuestro señor”, expresa el obispo de Tampico.
Sugiere que no olvidemos pedir posada, rezar, hacerle ver a los niños y jóvenes que es un momento para consigo mismo, que cada miembro de la familia pida por algo, pero sobre todo los más pequeños, ya que son ellos quienes nos dan gratas sorpresas al pedir por los verdaderos problemas que muchas veces los adultos ignoramos.
El representante de la grey católica, José Armando Álvarez Cano, sugiere preparar esta noche como un momento de espiritualidad, de oración, de petición y después la convivencia. Asegura que no es equivocada la idea de hacer fiesta, siempre y cuando no perdamos su verdadero motivo.
“Alegrémonos, gocemos, disfrutemos de nuestra familia, pongamos música y estemos contentos, que el gran sentido no se pierda y lo tengamos muy claro”, puntualiza Álvarez Cano.
Que impere la paz
El obispo de la Diócesis de Tampico, asegura que hay dos temas que preocupan a la iglesia y que nos afectan a todos, por un lado el tema de la paz, la invasión de Rusia a Ucrania, que nos pone a pie de una catástrofe mundial que no hemos dimensionado, pero también la violencia en nuestro país, que sigue rompiendo récords de muertos y cada persona que fallece es integrante de una familia, que deja dolor y tristeza.
El segundo motivo es la alegría, venimos de un entorno de pandemia, de depresión, de momentos tristes, pero la alegría debe nacer porque Dios está con nosotros.
José Armando Álvarez, expresa que las personas empiezan a regresar a los templos, pues tienen ganas de reunirse, de volver a la iglesia, de acercarse a Dios, sobre todo ahora que vuelve la incertidumbre que genera la sexta ola del covid-19.
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“Le agradecen a Dios a pesar de las pérdidas, vienen a pedirle por sus necesidades, por la paz, uno de los deseos más grandes es la salud”, indica Álvarez Cano.
Del mismo modo el obispo anuncia que habrá misas en todas las parroquias con motivo de la Nochebuena y Navidad, de las 8 a las 10 de la noche y se aplicarán todas las medidas indicadas por la Secretaría de Salud.
Síndrome de la silla vacía
La época navideña es un momento donde la mezcla de emociones puede impactar la salud mental y física de las personas, así lo refiere la psicóloga Claudia Ipiña Muñiz.
Manifiesta que existe el denominado “Síndrome de la silla vacía”, donde en la mesa quedan sin ocuparse espacios de aquel familiar que ya no está, aquél que cada Navidad era el que festejaba o hacía que se reuniera la familia.
Recomienda acudir a terapia cuando se esté sintiendo tristeza, melancolía o alguna emoción densa como le llaman los psicólogos, porque es en esta temporada cuando se viven más estas emociones y empezando enero pueden impactar aún más si no están trabajadas.
“Por eso los suicidios se dan constantemente en enero, porque la persona se está guardando sus emociones, llegan los familiares de fuera y de alguna manera esto le ayuda a contener sus emociones; pero cuando se van es ahí donde entra más fuerte la depresión”, explica la psicóloga.
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Señala que en esta temporada es cuando más consultas agenda, más pacientes son atendidos, ya que enfrentan depresión, ansiedad y hay una “licuadora de emociones”, tanto de tristeza, alegría, felicidad y melancolía.
Derivado de una falta de atención oportuna, Claudia Ipiña, asegura se desarrollan las enfermedades psicosomáticas que son aquellas que surgen a partir de las emociones, como la tristeza, melancolía o el dolor y pueden manifestarse en el cuerpo como gastritis, colitis y otros trastornos.
Afirma que muchas veces el problema no se ve, hay quienes lo saben esconder muy bien, lo ven sonreír, alegre, no muestra depresión; pero se puede identificar en algunos comentarios como el sentirse solo, extrañar a un familiar, lo refleja en su cuerpo, su mente, tiende a hablar de forma negativa y se la pasa pensando en lo que debió haber sido, en el pasado o en el futuro.
“La persona que vive más en su presente es aquella que está más feliz, más alegre, pero quien está recordando un pasado o un futuro es aquella persona que sí necesita ayuda profesional”, asegura la especialista en salud emocional Claudia Ipiña Muñiz.
Lo principal es no perder la esencia de la Navidad, considerar qué estoy haciendo en este momento, cuáles son las cosas en las que he trascendido y cuál es mi propósito para este año que viene, expresa la psicóloga, por lo que recomienda volverse más individual y evaluar qué estoy haciendo y qué quiero hacer para trascender en el futuro.
Reduce el tamaño de paquetes de cenas navideñas
Para la celebración de la Nochebuena este 2022, las familias han decidido reducir el tamaño de los paquetes de cenas navideñas, pues la pandemia propició que por dos años consecutivos las reuniones fueran en menor número.
Elizabeth Luna Alvarado, es abogada y chef profesional, expresa que a pesar que ha tenido una buena respuesta en los pedidos de cenas navideñas, la cantidad de porciones es menor comparado a otras ocasiones, pues aún prevalecen los cuidados por el covid.
“Me he dado cuenta a comparación de otros años que son paquetes más pequeños, antes sí te pedían hasta para 30 personas; de dos años para acá sí se ha reducido el número, ahora buscan de 10, sin embargo siguen siendo muchas las familias que prefieren comprar”, manifiesta la chef.
La propietaria de “Como de mamá”, indica que el costo de una cena navideña para una familia de seis integrantes puede ser de alrededor de mil 700 pesos, el cual en muchos de los casos empiezan a pagar en noviembre y liquidan al momento de la entrega, lo que hace menos pesado el gasto.
La chef Elizabeth Luna, señala que lo clásico para el 24 y 31 es lomo y pierna, pero también piden pastel de carne y pechugas rellenas, además de lasaña que ha tenido buena aceptación entre la gente.
Respecto a los insumos dijo que estos se han triplicado, productos como cremas, quesos, pastas y la carne de cerdo tiene precios muy elevados, por lo que hace el esfuerzo por mantener los costos de sus platillos.
“Este año ha sido difícil y me imagino que para muchas familias igual; que todos pasen una excelente Navidad, un feliz año nuevo, lleno de salud; con salud todo lo hacemos”, expresa Elizabeth Luna.
SJHN