San Miguel de Allende ha sido sede de muchos eventos sociales y las bodas son unas de las celebraciones que más se llevan a cabo en esta ciudad, al día de hoy estos eventos se encuentran en pausa a consecuencia de la pandemia y esto ha presentado pérdidas económicas de aproximadamente 126 millones de pesos.
Previo a la pandemia solían celebrarse un promedio de 15 bodas de turismo, tan solo en 2019 fueron 780 los matrimonios celebrados en la ciudad considerada Patrimonio de la Humanidad, explica Beatriz Succar, presidenta de la asociación de eventos de San Miguel de Allende.
Durante los tres meses de confinamiento, son alrededor de 180 bodas las que se han tenido que posponer y solo unas cuantas se han cancelado pues las parejas prefieren casarse en sus lugares de origen o en ocasiones su economía ya no les permite costear una celebración tan ostentosa.
Se estima que para dichos eventos el costo por invitado oscila entre los 3 mil 500 y 4 mil pesos, se trata de más de 15 colaboradores quienes participan en la materialización del tan esperado evento; entre coordinadores de bodas, músicos, DJ, floristas, servicios de banquetes y de alquiler de recintos, diseñadores y de manera indirecta prácticamente a todos los sectores económicos de la ciudad, quienes también han visto limitadas sus labores.
“También los novios han tenido la necesidad de posponer un poco sus celebraciones, para ellos a través de sus trabajos, de sus negocios, de sus empresas tener una recuperación económica, aunque sea ligera antes de poder llevar a cabo el evento”, agrega Succar como parte de los motivos.
El sueño está en pausa, aun no existe fecha para reactivación
Comités organizadores de eventos se reúnen de manera semanal con el ayuntamiento para trazar planes de reactivación para los enlaces matrimoniales, mismos para los que hasta el momento no hay una fecha definitiva.
“Es muy Importante que tengamos en cuenta que una boda es un evento social obviamente, pero al final del día es un evento de esparcimiento, de diversión y de gozo. No podemos manejar una boda con las limitaciones que podríamos estar manejando al acudir al trabajo o a una empresa en el día a día”, concluyó.
Si bien se han presentado ideas novedosas como las bodas a distancia o por plataformas digitales, conservar la magia y preservar en la memoria dicho evento es algo que la comunidad san miguelense tiene muy claro, por lo que prefieren no apresurarse y que cuando llegue el momento de restablecer los eventos se conserve su esencia, siempre apegándose a las disposiciones que las autoridades de Salud implementen para la “Nueva normalidad”.