Satánico, ridículo y hasta inmoral son adjetivos con los que parte de la opinión pública se ha referido al culto de la Santa Muerte luego de que en la cuenta oficial de X del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) publicó una controversial imagen de una playera con una parca impresa que contiene la leyenda “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador".
La publicación, realizada el pasado 20 de abril, desató una polémica que alcanzó al peculiar culto que en las últimas dos décadas se ha consolidado como “el nuevo movimiento religioso de más rápido crecimiento en todo el mundo”, de acuerdo con el doctor en Historia de América Latina, Andrew Chesnut.
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Si bien algunos internautas argumentaron que la imagen se trataba únicamente de un meme, detractores y críticos de la bancada guinda y la autodenominada Cuarta Transformación no dudaron en afirmar que se estaba promoviendo la narcocultura, pues la Santa Muerte ha sido vinculada en más de una ocasión a organizaciones delictivas o actividades criminales.
Ante la polémica, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció durante su tradicional conferencia mañanera y aseguró que todo el asunto se trata de una libertad religiosa, pero que, al suscitarse en periodo electoral, todo se vuelve nota.
"Tienen derecho a hacerlo, es como contradictorio o tiene que ver con la libertad, incluso religiosa, te habla de la muerte, pero es la Santa Muerte, no nos metamos en eso, ya tiene tiempo que se resolvió ese asunto en México antes en cualquier otro país del mundo y se llama libertad religiosa y tiene que ver con la libertad en general", mencionó el mandatario tabasqueño.
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Pese a que México es un Estado laico, no es un secreto que la religión se consolidó con el paso de los años en un pilar importante de la sociedad. No obstante, la Iglesia Católica y el mismo gobierno se han negado a reconocer cultos y “santos populares” que han acumulado una gran cantidad de devotos en toda la República Mexicana, tal y como es el caso de la Santa Muerte.
La politización de la Santa Muerte
Entre las múltiples hipótesis que surgieron tras la publicación de la cuenta de Morena en X y la controversia que generó, destacó la posibilidad de que fuera una estrategia para atraer votantes de frente a los comicios electorales de 2024.
Y es que, tras su pronunciamiento en la conferencia mañanera, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el primer presidente de México en hablar positivamente del culto a la Santa Muerte, una postura contrastante a la que asumieron los gobiernos de los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón sobre la creencia.
"Yo calculo que hay por lo menos 8 u 9 millones de devotos a la Santa Muerte en México y pues también hay simpatizantes. No tenemos sondeos exactos, pero se sabe que la gran mayoría de los devotos mexicanos a la Santa Muerte vienen de clase obrera, de clase trabajadora y pues se sabe que también la base de apoyo de Morena y de AMLO es la clase obrera urbana. Entonces, ellos saben perfectamente bien que eso de la Santa Muerte va a tener un apegue, pues, con esa gente de clase trabajadora", explicó en entrevista con MILENIO el doctor Andrew Chesnut.
El académico, que lleva más de una década investigando el culto de la Santa Muerte, sostiene que su interés en el tema surgió en el año 2009, cuando vio en las noticias que, en el marco de su llamada Guerra contra el Narcotráfico, Felipe Calderón envió al Ejército Mexicano a destruir al menos 40 altares que se ubicaban en la frontera de México con Estados Unidos, además de que denominó la figura como “narco-santa”.
Un sexenio antes, en 2005, el gobierno de Vicente Fox le negó al culto de la Santa Muerte el reconocimiento legal de asociación religiosa por las presiones que ejerció la Iglesia Católica la cual, aunque no tiene influencia política, sí se ha consolidado a lo largo de los años como una importante aliada del Partido Acción Nacional (PAN).
Con dichos precedentes y situando la controversia en año electoral, no es de sorprenderse que la alternancia política que llegó con la autodenominada Cuarta Transformación esté buscando simpatizar con una parte de la ciudadanía cuyas creencias fueron desestimadas por administraciones anteriores.
¿La Santa Muerte es mala?
La mayor parte de las críticas que surgieron entre la opinión pública tras la publicación de Morena en X estuvieron relacionadas con la connotación negativa y siniestra que se le ha atribuido a la Santa Muerte en México.
De acuerdo con el doctor en Historia de América Latina, Andrew Chesnut, esto se debe a que el culto cuenta con una irrefutable cantidad considerable de devotos que están vinculados a cárteles o actividades criminales.
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Al ser definida como una “Santa popular”, es decir, al no estar reconocida por la Iglesia Católica, la también llamada Niña Blanca no corresponde a la ética y moral de los santos católicos, por lo que se le pueden pedir cualquier tipo de favores. Desde solicitar éxito en el tráfico de algún narcótico, hasta regresarle la salud a los enfermos, prosperidad, abundancia o protección.
Adicionalmente, destaca la narrativa que medios de comunicación han construido sobre el culto al reportar el hallazgo de altares o figuras en operativos o decomisos. Dicho énfasis construye una relación casi intrínseca entre la Santa Muerte y el ámbito delictivo cuando, de acuerdo con el investigador Andrew Chesnut, la gran mayoría de los devotos no son narcotraficantes.
Otro de los factores negativos que influyen en que la Santa Muerte tenga una connotación negativa está vinculada a la Iglesia Católica. Si bien Andrew Chesnut destaca que otros santos católicos como San Judas Tadeo cuentan también con devotos relacionados con actividades delictivas, el rechazo al culto se basa en su visión teológica y competencia religiosa.
El primer argumento está basado en que la teología cristiana sostiene que con su sacrificio en la cruz, Jesucristo dio a los cristianos la posibilidad de la vida eterna venciendo a la muerte. Es por eso que en muchas ocasiones la Iglesia Católica y las protestantes alegan que rendir culto a la muerte en ese sentido es satánico.
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Por otra parte, la competencia religiosa refiere al rápido crecimiento que el culto ha tenido en las últimas dos décadas tanto en México como en casi todo Occidente, lo que ha encendido las alertas de la Iglesia Católica.
"Hoy en día es el nuevo movimiento religioso de más rápido crecimiento en todo el mundo, con unos 12 millones de devotos en solo un espacio de dos décadas. Entonces la iglesia católica, la cual es la segunda más grande del mundo, está en casi un estado de pánico sobre la Santa Muerte porque muchos de los devotos mexicanos siguen diciendo que son católicos, pero la gran mayoría son católicos nominales, no van a la iglesia, no asisten a misa y pues en las iglesias mexicanas casi todas las semanas hay un obispo o un sacerdote que denuncia la Santa Muerte como satánica", explicó en entrevista con MILENIO el también profesor en religión de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia.
¿Por qué ha crecido el culto a la Santa Muerte?
A pesar de no ser la única “Santa popular” en México o América Latina, el culto a la Santa Muerte ha acaparado una gran cantidad de devotos alrededor del mundo, incluso más que algunos santos que sí son reconocidos por la Iglesia Católica.
Las investigaciones realizadas por el doctor Andrew Chesnut apuntan a que este factor podría estar relacionado con la reputación de ser “la más milagrosa”, superrápida y eficaz con los milagros que sus devotos le suelen solicitar.
Destaca también que, a diferencia de santos como Jesús Malverde , la Santa Muerte es vista como un poder superior porque ella no era una persona real, no era una mujer mexicana, sino que es la propia muerte.
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Es así como, en el contexto social de México, el culto a la Santa Muerte ha florecido entre todos aquellos que temen a una muerte repentina o que viven al borde de ella, que si bien pueden ser miembros de organizaciones delictivas también podría tratarse de taxistas, camioneros, mujeres que temen ser víctimas de feminicidio, etc.
A la Santa Muerte también se le conoce en México como La Virgen de los Olvidados, una denominación que se sustenta en su imagen de ser una santa que no discrimina, por lo que también se ha convertido en aliada de minorías como lo es la comunidad LGBT+.
Pese a dichos factores, un estudio del Pew Research Center consultado por el doctor Andrew Chesnut arrojó que, aunque México fue el primer país de Latinoamérica en asumir un Estado laico, actualmente el país azteca y Cuba figuran como las naciones con menos libertad de culto.
"Cuba por razones obvias y México porque la Iglesia Católica, aunque no tiene tanta influencia política como en el pasado, sí ejerce más influencia política que en otros países de las Américas. Es por eso que la Santa Muerte, que lleva 20 años como culto dinámico en México, no ha recibido reconocimiento legal como asociación religiosa", expone el doctor en Historia de América Latina.
Los retos que el culto a la Santa Muerte enfrenta en México continúan latentes y de poco sirve seguir rechazando la libertad religiosa que un Estado laico plantea. No obstante, la politización de una creencia con fines electorales tampoco debería ser un tema a ignorarse en una sociedad que busca refugio y esperanza en su propia fe.
ATJ