El bajo nivel de la laguna del Champayán por la sequía desplomó 60 por ciento la captura de especies varias en los últimos dos meses, aseguraron los comerciantes de pescados y mariscos, mientras que los ciudadanos de las comunidades batallan para trasladarse hacia la zona urbana.
“La mojarra, tilapia y la carpa han bajado un 60 por ciento la captura, es crítica la situación”, declaró Alberto Marín Flores, líder de los comerciantes de pescados y mariscos de La Puntillita, lo cual los mantiene preocupados porque no llueve.
Remarcó que la sequía afecta a los pescadores, “que prácticamente sacan jaiba entre puro lodo”, y a los comerciantes que tienen poco productos para satisfacer la demanda de los ciudadanos que acuden diariamente al mercado.
“Tenemos tres meses que está afectando todo esto de la baja de la laguna, los que andan pescando con las redes andan entre puro lodo, por otro lado los motores se empiezan a tapar y se rompen los empaques y son reparaciones costosas”, declaró.
Se trata de 2 mil pescadores los que están en problemas desde que comenzó a bajar el nivel de la laguna, quienes diariamente acuden a la zona cercana al río Tamesí, aunado a las personas que viven de la venta.
El otro problema que llega con la falta de especies es la comunicación entre las personas que viven en las comunidades del Tamesí con la zona urbana de Altamira, ya que al bajar el nivel del sistema lagunario las embarcaciones no entran.
Jorge Barbosa, originario de Cruz Grande y quien se dedica al transporte de mercancías y personas por la laguna, aseguró que la sequía “nos tiene bien amolados porque no se puede ir y venir como antes a las comunidades”.
“Es descompostura tras descompostura, se destruyen las propelas y fallan los motores de forma constante, hay un momento en donde no puedes pasar porque vas entre el puro lodo”, enfatizó trabajador.
Sin embargo, no solo es el paso diario de personas que tienen que acudir a la zona urbana de Altamira por cuestión laboral o estudios, también la economía tiene afectaciones ya que dejan de transportar algunos alimentos como el tomate.
“Aquí cada semana las familias vienen a surtir la despensa, pero ahora al haber estas dificultades ya no es de una forma tan frecuente, ya que muchos de los que prestan el servicio ya no quieren ir”, declaró.
La petición de los pescadores, los comerciantes y de las personas que viven dando el servicio de transporte es, que en este tipo de crisis del agua, se haga un dragado integral de la laguna.
ELGH