Pescadores de La Requena alertaron sobre el bajo nivel de la presa y las altas posibilidades de mortandad de peces de mantenerse el descenso del nivel ante la escasez de lluvias.
Juan Isidro Granados, presidente de la Asociación de Pescadores de La Requena, expresó que la situación es crítica para quienes se dedican a dicha actividad pues ya arrastran las pérdidas económicas por el desbordamiento de la presa el año pasado, lo cual derivó en que perdieran gran parte de los peces que apenas habían “sembrado” en este embalse y ahora en un polo opuesto enfrentan una severa falta de agua.
Según reportes de Conagua la presa La Requena se encuentra al 13.4 por ciento, en tanto que la presa Taxhimay se encuentra al 27.8 de su capacidad, lo que las sitúa entre los 52 cuerpos de agua que presentan sequía.
El representante de pescadores dijo que hay preocupación entre los 62 integrantes de la asociación pues de cerrarse el flujo procedente de la presa Taxhimay, en dos semanas podría secarse La Requena y ello representaría la muerte de los peces que todavía hay en el embalse y con lo cual sobrevive su actividad por el momento, y la cual sostiene directa e indirectamente a 300 familias aproximadamente.
Hasta el momento ninguna autoridad les ha informado sobre la situación y los pasos a seguir, algo que es importante, pues expresó que se tenía programada una siembra de 300 mil crías de pescado, pero ante los bajos niveles de la presa no podrá realizarse pues se registraría una alta mortandad de ejemplares.
Hay temor, dijo, de que se registre “un calentamiento, pérdida de oxígeno y se va a morir todo el producto prácticamente en estos días si no llueve porque ya sólo tiene entre dos y tres metros de profundidad, falta el oxígeno en la noche y se muere el producto y si es eso hay que enterrarlo para evitar un foco de infección, es algo que tenemos que hacer junto con Sanidad Acuícola para que den certeza de que murió por falta de oxígeno y no por contaminación, porque esto último es lo primero que van a decir las personas”.
Externaron que además la presa está densamente azolvada, lo que agrava la problemática pues hay menos captación de agua y por ello pidieron que se realicen labores de retiro de sedimentos para mejorar la capacidad de almacenamiento de esta presa y así favorecer la actividad pesquera en esta presa cuyo producto es vigilado por sanidad acuícola.
A raíz de las lluvias del año pasado la asociación de pescadores reportó pérdidas económicas severas por la “fuga” de producto a causa del desbordamiento de la presa y para aminorar las pérdidas el gobierno local impulsó algunos eventos con el fin de detonar la economía de los productores del sector.