Restaurar una obra es intervenir lo menos posible el original: Sergio Bretón

Edición Fin de Semana

El especialista del Museo Regional de Tlaxcala señala el proceso de restauración de una pieza artística o cultural, el cual debe ser delicado pues forma parte del patrimonio de la nación.

Sergio Bretón. (Andrés Lobato)
Rafael González
Puebla /

Intervenir las obras para salvaguardar el patrimonio cultural es la principal función de un restaurador. Sin embargo, para ello se deben combinar técnicas artesanales y principios científicos para tratar la pieza a restaurar, decidir el procedimiento por seguir para conservarlo y saber utilizar los productos disponibles ya que su objetivo es hacer una intervención mínima.

“Mantener las piezas en óptimas condiciones y detener su proceso de deterioro, esa es la función primordial de la disciplina de la conservación”, explica Sergio Bretón Jiménez, originario de Huamantla, Tlaxcala, quien se manifiesta afortunado por intervenir obras de su entidad, aunque ha laborado en varios puntos del país.

Con poco más de 20 años de participación en proyectos de conservación, diez de ellos de labor en el Museo Regional de Tlaxcala, a través de la Coordinación Nacional de Conservación, Sergio Bretón indica que el patrimonio cultural “nos da identidad como pueblo”, de ahí su importancia de preservarlo.

En entrevista con MILENIO Puebla, señala que en su labor atiende desde pinturas, esculturas, papeles, caballetes, metales hasta inmuebles catalogados como patrimonio: 

“Todas tienen su peculiaridad y se puede encontrar piezas muy complicadas”. No obstante, su trabajo es supervisado por una especialista, “es una perito (…) hago el trabajo técnico propiamente”.

Desde su incorporación, Sergio Bretón afirma que en el museo ha intervenido 25 piezas: “Todo se va registrando, todo se asienta en unas fichas clínicas de intervención”.

Sergio Bretón. (Andrés Lobato)

Procesos de conservación

Sergio Bretón afirma que una obra puede reportar muchos procesos, “por ejemplo, esta obra -señala la pintura que atiende- fue intervenida unos 30, 25 años más o menos, y se traslada a otro soporte, a otra tela, y tiene otro bastidor. Fue atendida, pero ahora hay que volverla a atender porque ya tenía el barniz bastante oxidado, ya tenía los resanes estallados, estaban craquelados”.

Por ello, comenta que a dicho cuadro se le tuvo que hacer una limpieza química completa: “Se van haciendo pruebas de solventes para ver cuál es la mezcla más adecuada para retirar nuestro barniz oxidado y la suciedad diversa sin tocar la pintura, sin ponerla en riesgo. Se van haciendo pruebas de tal manera que no se lleve nada de color, en lo más mínimo”.

Además, se quitan los resanes viejos o que han perdido su función, “ya no tienen la calidad óptima para una buena lectura, para poderlos observar bien y se retira toda la combinación cromática que se hizo en algún momento”.

Aclara que sólo mete color en los sitios donde había resanes, “donde había perdida de original, no en otro lado. Se tiene que meter color específicamente en la pérdida, en el resane, con eso respeta uno el color original y no hace uno una alteración de la pintura que hizo en su momento el autor”. En consecuencia, al quitar el barniz se puede comprobar si pudo haber una intervención invasiva de color.

Protección del patrimonio

El especialista refiere que en su labor aplica colores al barniz, “reversibles totalmente para que se puedan retirar en una desafortunada intervención o en alguna que ya cumplió su función a partir de los años, pero sin que se corra el riesgo de que al retirarla pueda dañar al original”.

Añade que una intervención se hace con puras líneas verticales, “con una técnica que se denomina Rigatino. Se trata de meter color con puras líneas verticales de tal manera que se pueda registrar con un acercamiento y fotografías el área específica de intervención y se pueda tener claro cuál es el original y cuál la intervenida”.

Cabe señalar que esta técnica permite observar a una cierta distancia de manera clara, “que se pueda ver su estética (…) se cubre al final con unas capas de barniz como protección y se pegan unas cintas de papel para proteger los cantos”.

Trabajo de restauración de Sergio Bretón. (Andrés Lobato)

Satisfacción profesional

Aunque tiene una formación académica en este rubro, Sergio Bretón asegura que se hizo a la par del trabajo: 

“Me he hecho en el día a día. Se va agarrando criterios suficientes, son criterios específicos de atender las obras manteniéndolas en lo posible en su originalidad, no alterando, no atentando contra la originalidad. Manejo la intervención mínima o necesaria”.

Por último, Sergio Bretón destaca su labor como artista plástico y como buen tlaxcalteca, es pintor taurino y plasma el toreo artista, el que ejecutan Enrique Ponce y Morante de la Puebla. Sus producciones pueden ser apreciadas en sus redes sociales: Instagram, Bretón Jiménez; Facebook, esebreton y sergiobretonjimenez.

mpl

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