La crisis económica y el crecimiento de los comercios electrónicos han causado un fuerte golpe a las Sex shop, mismos que tuvieron su auge en años anteriores y que actualmente han tenido que cerrar sus puertas, no importando que este en puerta el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad.
Eduardo Torres, quien se dedica al comercio de lencería y juguetes eróticos en el municipio de Tampico, dio a conocer que a pesar de que existe más apertura de la población de usar estas prendas para la satisfacción tanto personal como de sus parejas, en la actualidad ya no representa un negocio.
Destacó el entrevistado que esto se debe a que el comercio electrónico les ha arrebatado a la clientela cautiva, quienes han migrado a las plataformas en línea para adquirir las lencerías y juguetes sexuales, por el simple hecho de que lo pueden hacer de manera anónima y no estar a merced de la ciudadanía quienes al verlos salir de las Sex Shop son sujetos a burlas.
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Esto sin olvidar que los mismos moteles se han convertido en un enemigo silencioso, ya que es común que las personas que acudan a estos lugares compre los productos eróticos desde la comodidad de sus automóviles para llegar a ser usados en la seguridad de sus habitaciones.
¿Será el 14 de Febrero su salvación?
Sobre este respecto el entrevistado señaló que en años anteriores se esperaba un repunte en las ventas de los productos eróticos durante los días previos y posteriores al Día del Amor y la Amistad, sin embargo tras al peso de los años esté ha ido cayendo al grado casi de desaparecer, ya que si en un día 10 personas ingresaban a la Sex Shop, ocho se llevaban algún producto, en comparación de ahora que únicamente 1 de cada 10 es quien compra algo tanto para satisfacer para su pareja como para ellos mismos.
En el mismo orden de ideas Eduardo dijo que esta misma situación no se llega a presentar en las grandes urbes como la Ciudad de México, en donde el consumismo se da con mayor auge, esto por la apertura de sus mismos clientes, quienes sin el menor temor suelen adquieren la lencería y los juguetes eróticos.
Tienden a desaparecer
Para Eduardo el mantener el negocio abierto más parece un capricho que una forma de vida, ya que esto aunado a las altas rentas del inmueble, los pagos de luz, agua y teléfono, los mantienen en las cuerdas y a punto de tener que cerrar sus puertas de manera definitiva, tal como lo han hecho otros tres establecimientos que se encontraban ubicado en la zona centro de Tampico.
Por lo que no descartan hacer alguna actividad que les permita a la Sex shop el mantener sus puertas abiertas a pesar de que se encuentran a merced del comercio electrónico así como la economía del país que cada vez va en decremento.
ELGH