En el estado de Puebla, 80 por ciento de las mujeres se sienten inseguras en los espacios que necesitan para transitar. La mayoría de las mujeres camina y utiliza el transporte público para desplazarse en sus actividades diarias.
De acuerdo con el análisis “Anatomía de la Movilidad de las Mujeres”, realizado por la consultoría Ensamble Urbano, más de la mitad de la población en México son mujeres; sin embargo, las estadísticas de movilidad y la experiencia de viaje de las mujeres se subestiman.
El estudio revela que las poblanas viajan de una forma más sustentable que los hombres; sin embargo, las ciudades no ofrecen condiciones de seguridad en los viajes. Las mujeres en la entidad usan 16 por ciento más el transporte público en comparación con los hombres y por cada 10 viajes en bicicleta hechos por hombres, uno es realizado por una mujer.
El temor de las mujeres para transitar en Puebla hace que 73 por ciento, dejen de permitir que los infantes salgan; 43.6 por ciento evita caminar; 45.2 por ciento deja de usar el taxi; y 23.3 por ciento evita usar el transporte público”, destaca el estudio.
“La inseguridad hace que las mujeres no puedan acceder a sus derechos plenos, de estudio, de trabajo, de salud, pero sobretodo de libertad y una vida libre de violencia”, detalla el análisis de Ensamble Urbano.
La investigación agrega que en la región Puebla-Tlaxcala, el espacio público para la movilidad no ofrece condiciones mínimas de seguridad. Del 100 por ciento de las manzanas, 68 por ciento carece de pavimento; 73 por ciento no cuenta con banquetas; 90 por ciento no tiene arbolado; 59 por ciento carece de alumbrado público; y 99 por ciento no tiene rampas que puedan utilizar personas con alguna discapacidad.
El estudio explica que, entre las mujeres, los modos de viaje para asistir a la escuela cambian de forma drástica dependiendo de la edad. Para los viajes al trabajo, las mujeres caminan y usan el transporte público más; mientras que los hombres acceden más a los viajes en automóvil particular, casi independientemente de la condición laboral que tengan.
En el estado de Puebla, entre las mujeres que trabajan, 51 por ciento de quienes cuentan con un salario usan el transporte público para acudir a laborar y 30 por ciento camina; mientras que 39 por ciento de las empleadoras ocupa el transporte particular y 33 por ciento camina.
De las mujeres que trabajan por cuenta propia, 42 por ciento llega caminando al espacio en el que labore; y 35 por ciento usa el transporte público; mientras que de las mujeres que trabajan sin pago, 54 por ciento llega caminando al lugar en el que se desempeña y 19 por ciento en auto particular.
Antes de la contingencia generada por el coronavirus, en la entidad poblana, de las mujeres que acuden a la escuela, 76 por ciento de las niñas de hasta 14 años caminaban para llegar a su colegio; 42 por ciento de las menores de entre 15 y 17 años ocupaban el transporte público; de las jóvenes entre 18 y 24 años, 68 por ciento usa el transporte público para ir a la escuela; y de las mujeres de 25 años y más, 45 por ciento usa el transporte público.
“En los datos existentes para México y por Estado, podremos ver que los modos de viaje para asistir a la escuela cambian drásticamente dependiendo de la edad. Y para los viajes al trabajo, las mujeres caminan y usan el transporte público más, mientras que los hombres acceden más a los viajes en automóvil particular, casi independientemente de la condición laboral que tengan”, detalla el estudio.
El estudio concluye que en Puebla falta “mucho camino para pasar de los datos a las políticas públicas bajo un enfoque feminista, que valorice el papel que tenemos las mujeres en nuestra sociedad”.
mpl