Luego de más de tres años de lucha contra el sistema de justicia penal de Puebla, Silvino Peralta y Gerson Rodríguez, han logrado un revés de importancia al conseguir un amparo para su situación legal, debido a que en 2021 fueron acusados de robo agravado sin ningún tipo de sustento, señalando que fueron víctimas de discriminación por su color de piel y su pertenencia a la comunidad LGBTIQ+.
Segun lo relatado por Oscar Sánchez Terrones y Vladimir Montalvo defensores particulares de las víctimas, han logrado un revés de importancia al lograr que el máximo tribunal del país atraiga el caso, debido a que en el 2021 comenzó una travesía donde los implicados fueron acusados de robo agravado, sin sustento alguno.
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El 6 de noviembre del 2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ordenó al Tercer Tribunal de Alzada Colegiado del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Puebla, que se remitan todos los expedientes del caso a sus oficinas para analizar posibles irregularidades durante este proceso.
Esta orden fue generada luego de que el 1 de julio solicitaron un amparo federal, debido a que las instancias correspondientes dentro de Puebla, se negaron a revisar este caso donde los solicitantes reportaron la práctica de discriminación racial y sexual.
Aparentemente en Puebla, las autoridades judiciales han sentenciado de manera penal a los dos jóvenes a pesar que no existían elementos probatorios para sustentar este acto.
El caso en cuestión se remonta al 29 de marzo del 2021, cuando Silvino y Gerson paseaban por los Fuertes de Loreto y Guadalupe, momento en que fueron interceptados por la Policía Municipal de Puebla, quien los detuvo al señalar que los habían identificado como presuntos responsables de robo agravado.
Los agentes locales refirieron a los dos jóvenes que una mujer los había señalado de manera directa como responsables de robarle artículos de valor de su auto, señalando que el "ser de piel morena" era la descripción de la supuesta víctima.
A pesar de que no tenían en su poder ningún artículo de los reportados como robados por la entonces víctima, los policías llevaron a los jóvenes ante el Ministerio Público, a este le refirieron ser una pareja LGBTIQ+, momento en que aseguran, comenzaron a desestimar todos sus intentos de defensa.
Desde ese momento y por más de tres años, Silvino y Gerson encontraron ayuda de mano de sus representantes legales para echar atrás las acusaciones infundadas de la justicia poblana, incluso llegando a ser sentenciados, mientras que incluso la mujer que los acusó, se negó a continuar el proceso legal, llegando hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la única intención de defender su inocencia.
CHM