En Puebla, más de 300 mil familias se quedaron sin atención médica y poco más de 700 médicos, enfermeras, psicólogos, nutriólogos y promotores de salud fueron despedidos por los recortes presupuestales que el gobierno federal realizó al programa Prospera Cessa (Centros de Salud de Servicios Ampliados) y al Ramo 12, informó Mario Peralta Zambrano, defensor de los cesados y quien hasta el año pasado laboraba en la Secretaría de Salud (SESA) en la entidad.
En conferencia de prensa, la comitiva de las personas despedidas, quienes se hicieron acompañar por algunos integrantes de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, detallaron que con los recortes presupuestales se ha dejado en un estado de indefensión a más de 300 mil familias de las 10 jurisdicciones que se veían beneficiadas con el presupuesto federal y que abarca 121 Unidades Médicas.
La delegada sindical del Centro de Salud, Catarina Severiano Figueroa, señaló que todos estos centros de salud se quedaron sin personal al ser despedidos, lo que daña en el servicio y la atención de los pacientes.
Explicó que la contratación del personal se hacía a través de la SESA, la cual manejaba los recursos federales por un monto superior a los 48 mil 243 millones de pesos solo por Prospera, mientras que del Ramo 12 variaba la cifra, aunque en 2018 recibió más de 9 mil 394 mil millones de pesos para los servicios de atención médica.
Por ello, solicitaron al coordinador de delegados del gobierno federal en Puebla, Rodrigo Abdala Dartigues, la realización de una mesa de trabajo para tratar la recontratación del personal.
Asimismo, anunciaron la realización de una serie de marchas y protestas que iniciarán el próximo domingo durante la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a la zona de los Fuertes de Loreto y Guadalupe; y el lunes 11 de marzo en el Palacio Nacional para intentar ser atendidos, por lo que confiaron en el diálogo con el mandatario.
MITM