Bolívar y las costureras que se fueron: un recuerdo entre los derrumbes del 19-S

19-S, los sismos que cimbraron a México

Con puño alzado y entonando el Himno Nacional, vecinos y voluntarios recordaron a las víctimas de la fábrica de textiles.

Montan guardia de honor en honor a víctimas de sismo en Chimalpopoca. (Francisco Mejía)
Francisco Mejía
Ciudad de México /

La memoria. La tierra. El vacío y la basura. Es la calle de Bolívar, donde antes del 19 de septiembre de 2017 estuvo sobre un muro verde el número 168. Ahí llegaban las costureras y el cartero a pedir trabajo. Una vecina recuerda que "eran mujeres pobres, con hijos, y les pagaban una miseria".

En este sitio, las 10 de la mañana se abrió un minuto de silencio. Igual que en otras partes de la ciudad, del país. Por todos lados. Los diez o doce asistentes, rescatistas y vecinos alzaron el puño. Al final, entonaron emocionados el Himno Nacional.

Es la esquina de Chimalpopoca, donde hace dos años hubo un edificio: cuatro niveles, una empresa de textiles. Se elaboraba ropa de mujer: New Fashion. Pero todo se derrumbó, como dice la canción.

Los vecinos lo vieron todo. "Fue en diez o quince segundos… y después una polvareda".

Es la colonia Obrera una de las más viejas de la Ciudad de Mexico. La colonia donde vecinos y rescatistas se están dando cita para recordar los sismos de hace dos años.

Varias mujeres dejaron veladoras de colores y se marcharon de inmediato.

Otras como Mercedes Sosa, quien era una clienta de la tienda de ropa que estaba en ese sitio que ahora es un terreno sucio y abandonado, dejó una veladora blanca debajo de las fotografías que en aquel tiempo tomó Jerry Muñoz.

En los muros que rodean este terreno están escritos varios nombres acompañados del dibujo pequeño de alguna cruz: Ana, Maricruz, Silvia, Irma, Cynthia, Carolina, Elena, Maricruz Rosa, Esteban. 

Además, junto a los nombres hay cinco signos de interrogación. Son los muertos de un total de 21 que no fueron identificados.

Pero también hay frases y palabras: corrupción, la vida de una costurera vale más que una máquina, vivas o muertas nuestros cuerpos no son desecho, no las olvidamos. 

Janet Ficachi es voluntaria del Escuadrón Urgencias Médicas y llegó acompañada de su perra Nala, la misma que hace dos años subió y bajó  la montaña de escombros, la misma que husmeó por rincones y cavidades de concreto y varilla.

"Esto era una montaña de escombros, la gente arriba tratando de encontrar, de buscar, trabajando con lo que podían; mucha solidaridad, mucho caos”, recuerda. 

Se pone sería, hace pucheros, pero las lágrimas no salen. 

"Se ve desolación, se siente todavía el dolor de las personas que aquí fallecieron", dijo. 

En Bolívar, la perrita rescatista Nalah hizo una demostración de cómo fue su participación en el sismo de septiembre de 2017


icc

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