De niña le gustaba jugar con un patín del diablo rojo en la casa de la abuela o en la calle, “en los tiempos en que se podía”.
De joven no quiso fiesta de XV años porque le gusta bailar, pero no le agradan las aglomeraciones; de adulta salió del entonces Distrito Federal y llegó a Monterrey para realizarse profesionalmente, pero sobre todo para lograr la cohesión familiar.
Hasta la fecha, y con los nueves que la siguen desde el día de su nacimiento, 9 de septiembre de 1969, Sofía Velasco Becerra, actual presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Nuevo León, considera que se le ha cumplido lo que ha querido en la vida.
O casi todo, ya que aún le falta dedicarse a la actuación, lo cual aseguró tendrá que hacer en “algún momento” de su vida.
Criada en la colonia Progreso Nacional, un barrio popular de la entonces delegación Gustavo A. Madero, su trayectoria profesional la enfocó en la educación pública, Velasco Becerra no duda en compartir que las conchas de chocolate le fascinan, son su “hit”.
También revela que le encanta escuchar la poesía del grupo Carne y Verso, y que salir a caminar con su perra Kozy es uno de sus pasatiempos favoritos.
¿Te hicieron fiesta de XV años?
No. No me gusta, y qué bueno que no, soy anti XV años. Mejor me compré ropa, bolsas, mis primeros tacones de aguja.
¿Y boda sí tuviste, sí te gustan las fiestas?
Muy sencilla, porque no soy de mucho relajo, me gusta bailar, sí, me encanta, pero la aglomeración no me gusta; si es una reunión, me gusta que sea más privadita.
¿Tienes hijos?
Tengo dos hijas, una estudia Medicina en la Autónoma de aquí, y otra estudia cine en la UDEM.
¿Les hiciste fiesta de XV años?
No.
¿Porque ellas no quisieron... o violentaste sus derechos de quinceañeras y hubo una imposición?
No. Ellas decidieron. De hecho fueron damas de muchas de sus amigas ya viviendo acá, y ellas no quisieron, seguramente influyó mi postura, pero tampoco se los negué… me las llevé de viaje a las dos.
¿Tu mejor recuerdo en Ciudad de México?
Tengo muchos, pero de niña me gustaba mucho un patín del diablo que me trajeron los Reyes Magos, con ese me encantaba jugar en el enorme patio de la abuela, y me podía salir a la calle, porque era la época en que te podías salir sin problemas, ese patín rojo me hizo muy feliz.
¿Tu mamá?
Una mujer muy fuerte, que nos sacó adelante a cinco, entre ella y mi padre; mi papá ya murió hace 15 años, muy joven.
¿Qué te gusta?
Me gusta mucho el teatro, en algún momento de mi vida tengo que dedicarme a la actuación, esta parte de actuar, de representar un personaje, que nunca lo pude hacer por diversas cosas, tenía que estudiar y trabajar.
¿Para qué te gustaría subirte a un escenario?
Porque contar historias es maravilloso, porque contar algo que quieras decir a través de representar a un personaje se me hace increíble.
¿Nunca has escrito nada con ese sentido literario?
No, nunca he escrito nada en ese sentido; me gustaría más representar algo.
¿Qué haces en tu tiempo libre?
Cuando puedo voy al cine, lo que sí procuro es acudir cada semana con el grupo de poetas Carne y Verso, a escuchar su lectura, su poesía, yo no escribo pero me gusta escuchar. Me gusta salir a caminar con mi perrita Kozy, me encantan los perros.
¿Se ha cumplido todo lo que has querido en tu vida?
Sí, bueno, hay esta parte que me falta del teatro. Siempre he concursado, desde la plaza que tuve en la Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal, luego al llegar acá concursé para ser vocal de capacitación en el IFE (Instituto Federal Electoral), luego para ser consejera en la Comisión Estatal Electoral, y luego para llegar a este puesto que ocupo actualmente (en la CEDH Nuevo León).