Somos demasiado agresivos al conducir, afirma especialista

Marco González, docente de la facultad de Psicología de la UANL, destacó que el estrés general de las personas, aunadas a una falta de control de los impulsos, puede generar actos de violencia en cualquier incidente de tránsito.

Las conductas viales de los automovilistas suelen ser estrés acumulado, afirma el docente (Foto: Raúl Palacios).
César Cubero
Monterrey /

A diferencia de otras ciudades, en el área metropolitana de Monterrey es más brusca la manera de manejar, existe una muy mala cultura vial, y “somos demasiado agresivos al conducir el auto”, afirmó Marco Tulio Garza González, docente de la facultad de Psicología (FaPsi) de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

De acuerdo con el especialista que forma parte del departamento de investigación de la FaPsi, la violencia al conducir se debe a un problema multifactorial que se origina, primordialmente, por la deficiente movilidad que existe en el AMM.

​Donde destacó el alto índice de flujo vehicular, una cada vez mayor carga vehicular, que los tiempos de trayecto tienden a ser más largos y la gente anda con los tiempos muy apretados.

“Y súmale la mala cultura vial, todo esto hace que salte esa parte del inconsciente iracundo que todos traemos ahí guardados”, expresó.

Ante ese escenario, mencionó, la manera más sencilla para muchos de poder sacar la frustración es mediante gritos, ademanes o violencia, y en ocasiones, el orgullo hace que las personas se puedan enfrascar en una situación más elaborada de violencia.

“Es muy común, y a todos nos puede pasar, cualquiera puede ser víctima vulnerable de que te enfrasques en una discusión de tráfico”, destacó Garza González.

Sin embargo, reconoció, cuando el estrés general de las personas se une con la falta de control de impulsos, es cuando cualquier incidente menor de tránsito se puede convertir en un acto de violencia.

El cual, dijo, puede acabar con lesiones de mayor consideración o la pérdida de la vida en el caso de que “el gandalla en el tráfico” ande armado.

“Subes a tu auto, llegas con el estrés de la casa, con el estrés laboral, y ahora súmale el estrés por conducir, se va armando como que una bombita de tiempo que está buscando cualquier cosa que lo detone”, precisó.

Por ello, recalcó, esa línea delgada que divide el llegar al destino sin conflictos o terminar enfrascado en un pleito vial, como los que, dijo, se han hecho virales en los últimos días, tiene que ver directamente con los factores de estrés.


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