Ante los múltiples cristalazos en el área metropolitana de Monterrey, el pleno del Congreso local aprobó este martes aumentar las sanciones económicas de quienes roben dispositivos electrónicos en Monterrey.
En sesión extraordinaria se aprobó una reforma al artículo 367 del Código Penal Estatal, a fin de que cuando el bien robado consista en equipos electrónicos de telefonía móvil, computadoras portátiles o de escritorio, tabletas electrónicas o sus equivalentes, la sanción de multa a que se refiere el presente artículo se podrá aumentar hasta en una mitad más.
Es decir que si el celular vale de 200 umas a 700 umas = multa de hasta 36,082 pesos (actualmente es de hasta 24,000) y si el celular vale mas de 700 umas la multa sera de 72,165 (actualmente es de 48,110).
La propuesta primero se aprobó en la Comisión de Justicia, que preside Javier Caballero, y la propuesta es de Luis Susarrey, del PAN.
“Es necesario resaltar que en el robo o extravío de un teléfono móvil se corre el riesgo que el sustractor o tercero tenga libre acceso a la intimidad de la persona, y con ello pueda presentarse chantaje y delitos contra la intimidad personal.
“El robo de identidad pone en severo peligro a la víctima; y es que según la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León este delito se ha incrementado año con año, presentando 246 denuncias durante el 2014; y 734 durante el 2020; puntualizando que varios de los casos han terminado en tragedia”, apuntó Susarrey.
El principal motivo para agravar la penalidad del delito, dijo, se debe al uso de información y datos personales ligados a la intimidad de la persona que existen en el dispositivo móvil, lo que hace que las víctimas se vuelvan más vulnerables y susceptibles a ser sujetos de otros delitos.
“Es por lo anterior que la sanción se tiene que ajustar a la nueva realidad en donde el uso del teléfono móvil juega un papel importante en la vida cotidiana de todos nosotros, ya que este dispositivo revela: quiénes somos, qué hacemos, qué vemos, dónde estamos, cómo nos relacionamos, qué compramos, nuestras finanzas, nuestros gustos y preferencias; prácticamente revela nuestra hoja de vida”, concluyó.
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