Alerta PC sobre incrementos de niveles de agua en presas de la región Tula

Alerta PC. A causa de las precipitaciones en el Valle de México y su zona metropolitana, caudales han prendido las alarmas

Presa La Requena en Tepeji del Río, Hidalgo. (Francisco Villeda)
Francisco Villeda
Tezontepec de Aldama /

Las autoridades de Protección Civil (PC) en la región de Tula alertaron a la población sobre posibles incrementos de los niveles de cuerpos de agua por las precipitaciones pronosticadas para el fin de semana.

En Tezontepec de Aldama el área de PC alertó a los habitantes de San Isidro Presas y Huitel, sobre el incremento del río El Salado y su posible desbordamiento a la altura del puente de La Cruz.

La dependencia informó que a causa de las precipitaciones pluviales en el Valle de México y su zona metropolitana en las últimas horas el caudal presentaba un incremento en sus niveles, lo que podría causar un desbordamiento.

De acuerdo a las mediciones, el río tenía una escala de 2 metros con 25 centímetros y un gasto de 37 mil 443 metros cúbicos por segundo, por lo que ante un posible desbordamiento, en esa zona que ya se encuentra protegida con una costalera, se pidió a la población prepararse ante una posible evacuación, en caso de ser necesario.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la presa Endhó, ubicada entre Tula de Allende y Tepetitlán, se encuentra al 105.38 por ciento de su capacidad de almacenamiento, con un derrame de 247 mil 759 metros cúbicos por segundo a través de su vertedor.

En tanto que la presa La Requena, ubicada en Tepeji del Río, se encuentra al 100.85 por ciento de su capacidad, con un desfogue de 25 metros cúbicos por segundo, con un desfogue de 25 mil litros cúbicos por segundo.

La dependencia pidió a las instancias de PC tomar sus precauciones ante el incremento; por su parte PC Tepeji reportó que el río El Salto se encontraba al 40 por ciento de su capacidad, mientras que el Tepeji, a la altura del puente de La Romera, se encontraba al 60 por ciento; el río San José Piedra Gorda al 25 por ciento, en tanto que el río Santa María Quelites, se encontraba al 50 por ciento; el San Ignacio Nopala al 40 por ciento; el Palo Grande al 30 por ciento; y finalmente el río Tepeji a la altura de la terminal de autobuses, al 50 por ciento de su capacidad.

Esta dependencia pidió a los habitantes, particularmente a los de las zonas ribereñas, a estar atento a las indicaciones oficiales de las autoridades, en caso de una contingencia que requiera alguna evacuación.

E insistieron en que las personas no se acerquen a los cuerpos de agua para realizar actividades recreativas, pues debido a la presente temporada de lluvias los riesgos de algún incidente incrementan significativamente, y por este motivo apelaron a la comprensión de las personas.

Se requiere unidad

Todos los afectados por la inundación del pasado 7 de septiembre a causa del desbordamiento del río de Tula deben organizarse para unificar sus demandas, señaló José Guadalupe Baptista Rosas, uno de los convocantes a la Gran asamblea de damnificados de Tula 2021.

“El llamado que hacemos como gran asamblea de damnificados en Tula es que haya un consenso ciudadano para crear una estructura en donde nos organicemos con un mapa por calles, y tengamos representantes ahí, que los mismos afectados determinen, y con eso se elimina gente que no fue afectada, que está pidiendo despensas, el apoyo federal, estatal o municipal”.

Recalcó que “independientemente de la postura y la consigna, tenemos que homologar la información, leer no forzosamente las mismas informaciones pero sí discutirlas y así vamos a llegar a ese consenso”.

Sostuvo que por el momento “lo más apremiante ahorita es que la gente no tiene sus enseres, no tiene estufas, no tiene camas, colchones, y que a lo mejor finalmente ni está limpia su casa; eso es ahorita lo apremiante, porque las enfermedades las estamos dejando pasar a la casa, y ya vamos a tener un mes, y ya no le preocupan tanto al gobierno municipal, le va a preocupar un poco más al gobierno estatal”.

Señaló que por ahora ya no hay presencia ni de la Marina, ni del Ejército, ni de la Guardia Nacional, y denunció que “el edil solamente él quiere brillar”, pero dijo que “independientemente de eso, tenemos que hacer uso de la reunión ciudadana, hacer una estructura y organizarnos para que no nos metan cachirules en nuestras asambleas, reuniones o movilizaciones”.

Esto para que la asamblea tenga “una sola dirección, que no insultemos, que no subamos el tono, que no confrontemos, y vamos a hacer como resistencia civil lo que se tenga que hacer, desde lo urgente hasta lo que puede parecernos imposible”.

Sobre esto último, dijo que debe repensarse “si se van a seguir recibiendo las aguas de la Ciudad de México, del estado; tenemos que entrar en un dilema, en donde tenemos que negociar como Hidalgo y región de Tula para que nosotros no recibamos esas aguas, esas inundaciones, porque no es un asunto natural, es un asunto de una decisión, nos han convertido en ciudadanos de segunda”.

Para esto, dijo, se deben agotar todas las instancias, recurrir a representantes populares y conocer qué se proyecta para el próximo ejercicio fiscal, además de participar en los censos, pues admitió que entre los damnificados hay incredulidad en torno a estas labores.

No obstante, dijo que pueden ser benéficos, además de que la gente debe saber que por ejemplo e Sedatu hay programas para rehabilitar su vivienda, y en este sentido destacó que “hay un rezago de información importante, la gente no está conversando lo que debería, sino es más movido por los sentimientos”.

LAS MÁS VISTAS