Sufre NL sequía de 6 años… y ni así alcanza declaratoria de emergencia

En entrevista con la plataforma MILENIO-Multimedios, el director del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua explicó que la falta de agua en la entidad no alcanza los niveles de “extremo” o “excepcional” necesarios para una mayor intervención

La situación llevó a que también se pongan bombas de extracción en la presa La Boca. R. Alanís
Ciudad de México /

Nuevo León enfrenta una prolongada sequía, que por primera vez –desde que se tienen registros– se extiende por sexto año consecutivo; aunque el nivel de sequía no es el más extremo, las lluvias serán escasas esta temporada, por lo que solo un huracán podría revertir la crisis de agua que se vive en el área metropolitana de Monterrey (AMM), donde la presa La Boca está en agonía y al embalse Cerro Prieto le quedan solo 8 días, advirtió Luis Carlos Alatorre Cejudo, director general del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua.

“Estos fenómenos de sequías prolongadas se habían presentado cada 20 años, pero nunca se había visto que pasaran más de cinco años, tan es así que ahorita tenemos el sexto año, es la primera vez en el registro que se acentúa seis años, aunado a eso, también la infraestructura hidráulica instalada para esta zona metropolitana de Monterrey, para un evento tan prolongado, rebasó la resiliencia hídrica”, señaló en entrevista con la plataforma MILENIO-Multimedios.

Alatorre Cejudo indicó que pese a que por sexto año consecutivo Nuevo León enfrenta condiciones de sequía, el Sistema Nacional de Protección no puede emitir la declaratoria de emergencia, porque no llega a su nivel máximo de extremo o excepcional.

“Si revisamos el Monitor de la Sequía, todavía no tenemos presentes sobre los municipios de toda la zona metropolitana de Monterrey categoría D3 (extrema) o D4 (excepcional), que son las más extremas, apenas se empiezan a extender un poco del norte de Nuevo León hacia el sur”, dijo.

De acuerdo con el Monitor de la Sequía, la Cuenca Río Bravo tiene 95 por ciento de su territorio en alguna condición de sequía; en anormalmente seco está el 8.3 por ciento; en sequía moderada el 26.5 por ciento, y en sequía severa el 28.2 por ciento; mientras que 28.4 por ciento está en sequía extrema y solo 3.9 por ciento en sequía excepcional.

Pero al revisar por municipios, por ejemplo, Monterrey se encuentra en la categoría D1, es decir, sequía moderada; en tanto que el municipio de Santiago, donde se ubica la presa La Boca, también está en sequía moderada.

El funcionario indicó que conforme se acentúe la sequía en la ZMM, el gobierno del estado de Nuevo León, presentará una nueva solicitud para que Conagua vuelva a dictaminar y Protección Civil emita la declaratoria de emergencia por sequía.


Alatorre Cejudo recordó que la Cuenca Río Bravo, donde se enclava Monterrey, es una zona de climas áridos y semiáridos, con regiones donde incluso no llueve más de 200 milímetros. Aunado a que este 2022, el norte de México y sur de Estados Unidos está afectado por el fenómeno de La Niña, “hace que se acentúen procesos de precipitación por debajo de la media histórica; es decir, en este año, las precipitaciones han estado por debajo de la normalidad”.

De acuerdo con los pronósticos, este mes de julio se esperan precipitaciones del 25 al 30 por ciento por debajo de la media histórica; aunque se prevé una ligera recuperación en agosto, seguirán 15 por ciento por debajo de la media histórica.

“Llevamos cinco años donde las precipitaciones no han sido lo suficientemente copiosas para tener un margen y sobrellevar la demanda, tan es así que este es el sexto año que está ocurriendo lo mismo”, dijo el doctor Alatorre Cejudo.

El director general del Organismo de Cuenca Río Bravo dijo que “desde el año pasado, viendo los esquemas cómo se estaban dando, nos dimos a la tarea de hacer inversiones significativas, las primeras orientadas a satisfacer una demanda y porque se iba a ir reduciendo la disponibilidad” del agua.

Relató que las primeras acciones que implementó la Conagua desde 2021, para enfrentar la escasez de agua de este 2022, fue la instalación de bombas flotantes en la presa Cerro Prieto, “puesto que veíamos que la tendencia era a la baja en este embalse y creíamos que en los meses de mayo, –y así coincidió–, los niveles del agua ya no alcanzaban a entrar a la obra de toma de agua potable”.

Dijo que también se comenzaron a rehabilitar pozos y perforar nuevos en la Macroplaza, “también se presupuestaron desde el año pasado”.

El funcionario reconoció que a partir de este año se ha logrado una coordinación con el gobierno de Nuevo León, como no existe en ningún otro estado que integra el Organismo de Cuenca Río Bravo, en el norte del país.

Dijo que este año, a través de Proagua, se están interconectando 24 pozos nuevos, con una inversión total de 52.9 millones de pesos, 50 por ciento inversión de la Federación y el otro 50 por ciento del estado; además se reactivarán de 30 a 60 pozos emergentes, para lo que se destinará un presupuesto de 50 millones de pesos, entre Federación y estado.

Indicó que el estatus de la presa Libertad, que será una nueva fuente de agua, registra un avance de 36.5 por ciento, “al día de hoy se tienen invertidos 4 mil 431 millones de pesos, de igual forma, mitad estado, mitad Federación, y el costo total que tendrá será del orden de 7 mil 500 millones de pesos”.

También la Conagua tiene un programa de apoyo con 30 pipas para satisfacer la demanda en las zonas altas.


  • Fanny Miranda
  • Reportera de MILENIO, fan de la naturaleza y cazadora de atardeceres. Por sus trabajos sobre medio ambiente, ha ganado el Premio Aleman de Periodismo Walter Reuter 2022 (2do lugar) y Premio Nacional de Periodismo de Ciencia, Tecnología e Innovación en 2016, entre otros.

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