A casi 69 años del ciclón Hilda, en la zona sur de Tamaulipas seguimos sin estar preparados en caso de que un huracán impacte nuestras costas, aseguró el historiador Francisco Ramos Alcocer.
“No hay una memoria de lo que puede pasar en caso de un huracán de categoría 2 a 5; muchas generaciones han pasado por los cargos públicos y han transcurrido largos años desde aquel 1955 en que nos impactaron tres ciclones en un mes, y la conclusión es que continuamos sin estar preparados”.
- Te recomendamos Agua de tormenta tropical 'Alberto' comunica nuevamente a pobladores del Tamesí Estados
Recordó que en aquella época, primero fue el Janet que causó abundantes lluvias, después el Hilda que un 19 de septiembre impactó directamente sobre Tampico y posteriormente el Gladys que causó la peor inundación en la región, cuando subió el nivel del agua a escalas que no se han vuelto a ver.
“En la casa de bombas, precisamente donde se encuentra la bocatoma de la Comapa, el agua alcanzó los seis metros; en el centro de Tampico frente a la entonces Aduana llegó a 4.92 y los mercados desaparecieron”.
Ramos Alcocer mencionó que la mayoría de quienes vivieron aquellos sucesos han fallecido y quedan muy pocos testigos presenciales que adviertan las consecuencias de no tomar las debidas precauciones.
“No estamos listos, de entrada esa confusión de que si es ciclón o no y que puede y no puede (impactar), fluye información de autoridades sin confirmar, solo con el podría y la mayoría de la gente no ve o no sabe interpretar las imágenes satelitales”.
Afirmó que ahora un solo huracán sería funesto para toda la región, ya que en 69 años la zona conurbada ha crecido y falta mucho por hacer en materia de protección civil.
“Si hubiera caído aquí toda esa agua que cayó en Monterrey ¿qué nos hubiese pasado en la región?, de haber llegado a la desembocadura del Pánuco, hay mucho que hablar del tema”.
Sostuvo que “los atlas de riesgo necesitan actualización y todo se quiere hacer a la antigua, mientras los verdaderos especialistas no son escuchados”.
Francisco Ramos dijo que después del desastre de 1988 con el huracán Gilberto y las muertes que causó, Protección Civil de Monterrey se puso las pilas, empezó a capacitarse y comprar equipo, y con la ayuda del gobierno estatal ahora es una de las mejores.
“¿Cómo respondieron ahora ante la emergencia de la tormenta tropical Alberto?, monitoreando el fenómeno, es fácil comprobar la asesoría y respuesta de PC de Monterrey, pero, ¿están Tampico, Madero y Altamira al mismo nivel?,¿necesitamos que nos pase un Acapulco 2023 ó un Hilda 1955 para hacer las cosas?”.
Agregó que tal parece hace falta que haya muertos y se genere todo lo que conlleva un huracán para actuar, aunque considera que en tal caso las autoridades le echarían la culpa a las administraciones pasadas de la falta de visión para prevenir desastres.
SJHN