Para disminuir la incidencia de robo de medidores de agua potable en Tepeji del Río está en proceso la sustitución de los equipos metálicos por dispositivos de plástico, a fin de garantizar la adecuada operación de la red, señaló Gilberto Olvera, regidor integrante de la comisión de agua potable en el cabildo.
El asambleísta dijo que su municipio enfrenta esa problemática desde hace meses, lo que causa afectaciones directas e importantes a la red de la comisión de agua y alcantarillado municipal, además de que impacta a la propia población, “la gente no entiende que es un mal que hacemos a nuestros vecinos”.
Dijo que hasta el momento han detectado que esta sustracción de los medidores las realizan jóvenes, quienes pretenden obtener un recurso económico por la venta de estos objetos que contienen latón.
Y para resolver este problema informó que el organismo operador que dirige Omar Bravo Bárcenas realiza una sustitución de equipos para prevenir más robos, pues se retirarán los medidores de latón y en su lugar se colocarán medidores plásticos.
De esta manera la dependencia prevé que se erradiquen los robos de estos dispositivos, pues carecerán de valor comercial para su venta en recicladoras, y por ende se desincentivará el robo de los medidores.
La medida servirá además para detectar además si el fenómeno obedece a robos para obtener dinero o a simple vandalismo, pues no soslayó que esta también sea uno de los móviles de esta actividad.
Olvera reconoció que aunque todavía se presentan robos, van a la baja, pero todavía es un tema que se está abordando en las reuniones que se desarrollan en el órgano directivo del organismo.
En diciembre del año pasado el organismo operador de agua en Tepeji pidió a la población denunciar a los presuntos responsables del robo de medidores de la red, debido a que habían incrementado considerablemente los casos.
Y es que a mediados de 2022 se tenía un reporte estimado de 40 medidores robados semanalmente, e incluso en un día se reportaron 14 dispositivos robados por personas desconocidas.
Durante ese año se reportó que la zona que más robos de este tipo presentaba era Noxtongo, y por ello en su momento ya se analizaban las acciones a emprender para disminuir la incidencia, pues sustituir cada medidor representa un desembolso de aproximadamente 800 pesos.
Incluso como parte de la estrategia, el organismo pidió a los encargados de las empresas chatarreras que no adquirieran estos medidores, pues se habían obtenido mediante un robo a la red pública de agua.