De acuerdo con el presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), Marco Antonio Moreno Gaytán, en Hidalgo la tala permitida y clandestina en la selva baja y media ha causado la destrucción de un 79.8 por ciento de sus 119 mil hectáreas de caoba y cedro rojo.
Indicó que no hay un manejo de selva por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales tanto federal como estatal, “y en esa medida la destrucción es verdaderamente terrible, por un lado la tala clandestina que seguimos padeciendo y por el otro el autoconsumo”.
Señaló que la tala está presente en los municipios Acaxochitlán, Santiago Tulantepec, Tulancingo, Agua Blanca, Huehuetla, San Bartolo Tutotepec, Mineral del Chico, Zacualtipán en el Parque Nacional los Mármoles, Zimapán, Pacula, Nicolás Flores, Pisaflores, Chapulhuacán, Xochiatipan, Huautla, Atlapexco Yahualica, Calnali, Molango y Tlanchinol, “talan principalmente pino, oyamel, palo rosa, caoba y cedro rojo”.
Este miércoles 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol, fecha proclamada por el Congreso Mundial Forestal con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de los recursos forestales y los árboles.
De acuerdo con la Estrategia para la Conservación y el Uso Sustentable de la Biodiversidad del Estado de Hidalgo, entre los grupos de vegetación con presencia en la entidad destacan los bosques, los matorrales y las selvas.
Predominan, precisa el documento, los bosques mesófilos de montaña así como los bosques de coníferas y encinos, seguidos de los matorrales y las selvas perennifolias, éstas últimas se encuentran principalmente al norte de la entidad.
De la superficie estatal, en 2014 la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del gobierno federal, determinó que el 57.56 por ciento correspondía a zonas no forestales que incluyen áreas agrícolas, asentamientos humanos, cuerpos de agua y áreas carentes de vegetación.
El resto de la superficie, el 42.44 por ciento, pertenecía a áreas forestales, de las cuales el 25.34 por ciento fueron bosques, 11.5 por ciento matorrales, 5.6 por ciento selvas y 0.16 por ciento otras áreas forestales que incluyen a los pastizales y a los tulares.
En julio de 2021, el insecto descortezador terminó con la vida de 293 pinos, ciprés y álamos en el Jardín de los Hombres Ilustres de la ciudad de Pachuca, los cuales fueron derribados.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) explica que los descortezadores son pequeños escarabajos que viven debajo de la corteza del árbol y se alimentan del tejido que conduce los nutrientes del mismo, provocando frecuentemente la muerte del arbolado.
Precisa que son una plaga de importancia nacional, siendo el segundo agente después de los incendios forestales de mayor disturbio en bosques de clima templado en México por la magnitud de superficie afectada y cantidad de arbolado dañado.
Al corte de junio de este año, la Alerta Temprana y Evaluación de Riesgo para Insectos Descortezadores, emitida por la Comisión Nacional Forestal, ubica al estado de Hidalgo en un riesgo muy alto junto a los estados de Michoacán, Morelos, Veracruz, Puebla, el Estado de México y la Ciudad de México.