Se cumplió un año denominada la ‘Masacre de Valles de Anáhuac’, de Nuevo Laredo, donde ocho personas fueron presuntamente ejecutadas extrajudicialmente por elementos de la Policía Estatal pertenecientes al Centro de Análisis, Inteligencia y Estudios de Tamaulipas (Caiet) y del Ejército mexicano, sus familiares los recordaron en el lugar de la tragedia y exigen se haga justicia.
Fue en la casa de Severiano Treviño, una de las víctimas, ubicada en la colonia Valles de Anáhuac, donde se llevó a cabo una conferencia de prensa, con la presencia del sacerdote Carlos Raúl Ramírez Moreno, quien viajó desde los Ángeles, California, al lugar donde fue asesinada su sobrina Jennifer.
Las víctimas de la masacre son: Wilbert, de 20 años de edad; Jennifer, de 21; Severiano, de 34; Juana Yetzel, de 20; Enrique, de 20; Cindy Esmeralda, de 39; Luis Fernando, de 19 y José Daniel, de 19.
María Azucena Treviño, hermana de Severiano, exigió se haga justicia y se castigue a todos los involucrados en la ejecución de sus seres queridos.
“Él no merecía morir así, ya después de un año aún nos sigue doliendo su muerte, porque a él lo mataron y a nosotros nos dejaron muertos en vida, por eso exigimos justicia para que él pueda descansar en paz”.
Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos en la localidad, por su parte señaló que a un año de la masacre, solo hay dos policías detenidos y aseguró que se encuentran en una cárcel donde gozan de todos los privilegios, tres policías que se acogieron a la figura de testigos colaboradores y dos prófugos.
“Estamos haciendo un llamado al gobierno de Tamaulipas para que haga justicia y también un llamado al gobierno federal quien también tiene participación y tiene responsabilidad, un año después las víctimas no descansan en paz, sus familiares quedaron lastimados por la forma en que murieron sus familiares, por la forma en que tomaron sus vidas en sus manos, por la forma en que se burlan los policías que están libres, porque no hay respuesta de los jueces y es precisamente este acto simbólico lo que les hace salir a que no se olvide este caso”, mencionó Raymundo Ramos, presidente Comité Derechos Humanos.
Los familiares estuvieron presentes en el lugar por espacio de una hora, donde realizaron una oración por el eterno descanso de sus familiares que perdieron la vida en el lugar así como soltaron al cielo globos blancos.