Se intoxican familias por usar anafres para mitigar el frío

Ante las bajas temperaturas y la falta de luz pasa utilizar los calentadores eléctricos, hacen fogatas al interior de las casas en la frontera de Tamaulipas.

Anafres son utilizados por familias para mitigar el frío en Tamaulipas. (Ricardo Hernández)
Nuevo Laredo /

Debido a las bajas temperaturas y la falta de energía eléctrica para usar calentadores, las familias han utilizado anafres o leña para mitigar el frío, lo que ha ocasionado algunas intoxicaciones, informó la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Nuevo Laredo, por lo que exhorta a no usar estos métodos pues representan un riesgo.

Ante los recientes cortes de electricidad en diferentes sectores, esta opción se ha incrementado, lo que ha ocasionado intoxicaciones por monóxido de carbono en al menos cinco hogares, dijo el ‌‌coordinador‌ ‌de‌ ‌Servicios‌ ‌Hospitalarios‌ ‌de‌ la corporación, Joel Silva Pulido.

“Sabemos el problema de la energía, no podemos utilizar calentadores eléctricos y muchos han optado por usar anafres, sobre todo en el poniente de la ciudad o cerca de Carretera Nacional donde la sensación térmica es más baja. Los reportes han sido por intoxicación severa y moderada”.

Tan solo en esta dependencia, el martes se recibieron tres llamados de auxilio y el miércoles otros dos, en los que se reportaron personas intoxicadas.



Recomendaciones

El ‌‌coordinador‌ ‌de‌ ‌Servicios‌ ‌Hospitalarios de Protección Civil de Nuevo Laredo, dio algunas recomendaciones para las personas que se ven en la necesidad de utilizar los anafres o calentadores de gas.

“Si meten anafre a sus viviendas, que no se recomienda, pero existe la necesidad, deben contar con la habitación ventilada para que no se concentren los gases”.

También con el uso de calentadores de gas, se recomienda ventilar el cuarto en el que se coloque, debido a que el calor disminuye el oxígeno en el cuarto, lo que provoca intoxicación media, severa e incluso ocasionar la muerte.


EAS

  • Ricardo Hernández Ruíz
  • Reportero con residencia en Quintana Roo. Le interesa contar historias sobre infancias en "situaciones límite". Ha publicado en NYT, Gatopardo, El País, Pie de Página. Ganador del Premio Nacional de Periodsimo, del Breach/Valdez, entre otros.

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