Yo siempre hago este comentario, no sé si soy el mejor, pero el primero sí lo soy y eso nadie me lo quita, fui el primero en abrir camino en este mundo del tatuaje.
Recorría el año 1983 cuando Ricardo Antolín realizó su primer tatuaje. Tenía solamente 13 años y no imaginó convertirse en uno de los pioneros de esta forma de expresión, en Tampico.
Antolín es oficialmente el primer tatuador del puerto jaibo; cuenta con 27 años de experiencia y 25 años establecido en la ciudad del sur de Tamaulipas. Es originario de Teoloyucan, Estado de México y estudió la Licenciatura en Literatura Dramática y teatro, pero por circunstancias de la vida, en septiembre de 1994 llegó a Tampico y se enamoró de la ciudad.
“Estuve en Veracruz, monté mi primer estudio allá, no me gustó Veracruz y un amigo me invitó a tatuar a unos conocidos músicos en Tampico y me enamoré de Tampico, eso fue en agosto, entonces en septiembre yo ya venía con todas mis chivas en una camioneta y monté mi estudio en octubre de 1994 y aquí estoy después de 25 años”, expresó el artista urbano en una entrevista para MILENIO Tamaulipas.
Uno de los retos más grandes por los que pasó Antolín, fue que la gente mirara el tatuaje de una forma normal, “me tocó llegar a Tampico, donde jamás se hubiera pensado que alguien se podría tatuar, estaba estigmatizado y mal visto”, aseveró el tatuador de 48 años de edad.
EL TATUAJE A TRAVÉS DE LOS AÑOS
Ricardo compartió en la charla la evolución del servicio del tatuaje, por ejemplo, que años atrás tenían catálogos donde el cliente escogía el modelo del tatuaje y actualmente no es así.
“Ahora tenemos un catálogo gigante que se llama Google, hoy en día la gente llega al estudio con la imagen que desea plasmar en alguna parte de su cuerpo”, detalla el hombre sentado en un sillón de color rojo, alumbrado por una lámpara de mesa.
Con el paso del tiempo fueron surgiendo nuevas generaciones de tatuadores y con ello la competencia comenzó a relucir, pero para Ricardo Antolín es una satisfacción haber sido pionero y haber tatuado a tres generaciones durante todos estos años, además, cree que la competencia es buena y no lo ve como algo malo, al contrario.
“He tatuado tres generaciones, al abuelo, al hijo y ahora al nieto, es como todo, la demanda aumenta y era casi imposible que yo solo pudiera con todo Tampico, es hasta ridículo”, expresó bromeando sobre el boom del tatuaje en la Zona Conurbada.
Ricardo Antolín lleva 25 años en el oficio en esta ciudad, nunca ha tatuado en pareja, y para él, ser pionero del tatuaje en Tampico es algo que no cambiaría por nada.
JACM