Asesinaron a su novia hace 10 años, violencia le motiva a ser policía

Guillermo vivió un infierno en Tamaulipas, hoy radicado en Celaya el alza en los delitos le lleva a enrolarse en la corporación municipal

Guillermo Pulido lleva siete meses formándose como policía municipal
David Rivera
Celaya /

Guillermo Pulido lleva siete meses formándose como policía municipal de Celaya. Valiente, justo, honrado, todos los días se prepara para aplicar la ley en el municipio. Sin embargo, detrás de Guillermo se encuentra un tormentoso pasado, doliente, que, pese a haber sucedido hace diez años, nunca olvidará, y que lo hizo alejarse de su natal Tampico.

A los 15 años, Guillermo conoció a la persona con la que planearía el resto de su vida: Pamela, (como se le ha decidido llamar). Un año después, comenzaron una relación amorosa. A los tres años de estar juntos, decidieron unir sus vidas, comenzando con los preparativos para la boda, que se llevaría a cabo a finales de 2010.

Guillermo Pulido se forma en el Instituto de Formación Policial de Celaya.


Sin embargo, la violencia en Tamaulipas se encontraba en su máximo pique, en donde tres carteles se peleaban la plaza. Derivado de esta situación, la vida de Guillermo dio un giro trágico que a la fecha le es difícil olvidar.

"A nosotros nos levantaron. Así tal cual. Salimos a bailar un sábado, un 12 de junio, y no era muy noche, pasaban de las 10 de la noche. Ya veníamos de regreso. Yo estaba pasando por un parque, íbamos hacia el vehículo y al final unos tipos se nos pasaron, me preguntaron unas cosas y se fueron. Ya después me agarraon por detrás, y de ahí comenzó todo", narra el cadete.

Guillermo forcejeó, hizo todo lo posible para deshacerse de los personajes que querían llevárselo a él y su prometida, pero los rebasaban en número. Los llevaron a un vehículo, siendo golpeado por uno de sus secuestradores, perdiendo inmediatamente el conocimiento.


"Cuando desperté, estaba todo oscuro, me di cuenta que tenía una bolsa en la cabeza, y el cuarto en el que estaba era un cuarto chiquito. Nomás se veía una luz. No sé a ciencia cierta en dónde estaba, qué era lo que querían, pero yo sí podía escuchar los gritos de ella en el cuarto de al lado".
Durante tres días a él lo estuvieron golpeando

Durante tres días a él lo estuvieron golpeando, la violencia a la que fue sometido le llevó a perder el conocimiento varias veces, y cuando despertaba las golpizas volvían mientras que solo alcanzaba a escuchar los gritos de Pamela quien desafortunadamente fue asesinada en ese lugar.

Después de un operativo llevado a cabo por la Marina, Guillermo fue encontrado en un estado de salud crítico, con un impacto de bala en el pecho, mientras que Pamela yacía sin vida en el lugar, víctima de un disparo a la cabeza. "A mí me dejaron por muerto. Pero quiero pensar que fue gracia divina, o mi aferro a querer vivir que aún sigo aquí".


Actualmente, con 30 años, Guillermo está a escasos meses de concluir su formación como policía

En el 2012, dos años después de esta situación, Guillermo decidió mudarse a Celaya, en donde trabajó en una tienda departamental. No obstante, a partir de esta terrible experiencia que sufrió, agarró el coraje necesario para seguir adelante, por lo que desde noviembre es parte del Instituto de Formación Policial de Celaya.

"Yo ahorita he visto, aquí en Celaya que llevo ocho años ya que llevo viviendo aquí, he visto cómo la violencia ha aumentado pero mucho. Yo cuando llegué era muy tranquilo...sí, había violencia normal: un asalto, un robo, pero ahorita ya es algo de todos los días".

Actualmente, con 30 años, Guillermo está a escasos meses de concluir su formación como policía, esperando hacer cumplir la justicia, cosechando toda la experiencia necesaria, sin negar cualquier tarea que le encomienden. Eso sí, siempre mantendrá presente a su prometida, la mujer que lo motivaba a ser mejor persona y creer en una causa junta, noble, honesta y sobre todo, enfocada en sus ideales.

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