Desde el cuidado del ambiente promueven la sana nutrición

El Encuentro Comercial Sustentable Tameme forma parte de una propuesta de economía basada en el cuidado de la naturaleza, salud y alimentación.

Encuentro Comercial Sustentable Tameme surgió como parte de un proyecto de emprendimiento. (Melanie Torres)
Verónica López
Puebla /

Alimentos con alto valor nutrimental, tortillas y pan sin gluten ni conservadores, café orgánico, harinas naturales, productos de limpieza e higiene personal elaborados a base de plantas, hortalizas cosechadas sin fertilizantes, forman parte de la propuesta que reúne el Encuentro Comercial Sustentable Tameme, una economía basada en el cuidado del medio ambiente y la salud.

Lucila Tam Contreras, psicóloga y naturista de profesión, decidió, junto con un grupo de productores locales, emprender hace cinco años y medio este concepto como una alternativa para aquellos que buscan una alimentación y estilo de vida libre de agentes tóxicos.

Destacó en entrevista con MILENIO Puebla que la pandemia no es pretexto para descuidar la salud, por el contrario, la gente modificó hábitos y ahora busca productos que además de no perjudicar al medio ambiente, aporten los nutrientes necesarios para prevenir y tratar enfermedades.

Encuentro Comercial Sustentable Tameme. (Melanie Torres)

La empresaria explica que el Encuentro Comercial Sustentable Tameme surgió como parte de un proyecto de emprendimiento que busca generar un cambio en las personas, porque además fomenta el ahorro, la cultura de reciclaje, el consumo natural y apoyar a la producción local.

Este concepto ubicado al interior del MM Grand Hotel sobre bulevar Atlixco, Las Ánimas Santa Anita, en la capital poblana, inició con solo 20 productores que a manera de exposición comenzaron a ofrecer alimentos, hortalizas y artesanías, fue tal la respuesta que ahora el tianguis reúne más de 100 emprendedores tanto de Puebla y estados vecinos como Veracruz, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Tlaxcala, además de consumidores que acuden cada semana.

Entre los más de mil productos elaborados por los propios expositores destacan las harinas naturales a base de almendras, soya, amaranto, coco; tortillas de maíces naturales, no transgénicos, bajas en grasa; quesos veganos elaborados con semillas de girasol; chiles y salsas orgánicas, hasta productos de higiene personal como jabones para el cuerpo y de ropa secos o en polvo para el cuidado del agua; desodorantes y fibras ecológicas, ya sea en empaques biodegradables, a granel o en envases intercambiables.

Para formar de este proyecto, destaca Lucila Tam, los expositores pasan por un proceso de selección, ya que los productos deben cumplir con ciertos requisitos; alimentos libres de grasas hidrogenadas, ni colorantes o sabores artificiales, tampoco están permitidos los conservadores tóxicos, sorbato de potasio, benzoato de sodio, parabenos, emulsificantes, ni hortalizas cultivadas con fertilizantes.

La empresaria resalta que al menos en Puebla no existe una oferta similar de productos en un mismo lugar que se caractericen por estar libres de ingredientes dañinos. Señala que una dieta de impacto ambiental reducido genera diferentes beneficios para el cuerpo y la mente, de ahí la oferta de productos orgánicos, agroecológicos y alternativos.

“Por mi formación empecé a estudiar la relación entre los alimentos y las emociones, las principales enfermedades que aquejan a la población en el país problemas de conducta hay una relación entre lo que comemos y usamos. Decidí aprender qué alimentos y productos estaban más afectados y busco aportar mis conocimientos para que la gente pueda consumir alimentos y productos higiénicos, de cuidado personal, para el cuidado hogar, amigables con el medio ambiente y que no sigan creando enfermedades”.
Se venden más de mil productos elaborados por los propios expositores. (Melanie Torres)

Añade que a medida que la gente conoce los beneficios de comer saludable surgen nuevos consumidores, efecto que creció a partir de la pandemia de coronavirus.

“El proyecto inició con una exposición de diferentes productos y con el paso del tiempo comenzó a crecer y cada vez llega más gente, más consumidores. Para los expositores se hace una selección de productos. Notamos una afluencia de nuevos clientes, hay gente que se cuestiona más qué está haciendo con su cuerpo y se cuida más”.

Además, el tianguis solo permite la venta de productos nacionales, pues “lo que queremos alcanzar es nuestra libertad e independencia económica y soberanía alimenticia, es ser autosuficientes, producir nuestras propias semillas, nuestros propios granos, nuestros propios alimentos porque tiene un costo muy grande ambientalmente traer cosas de otro país, el hecho de que se transporte hace que se genere una huella de carbono”.

Sobre los mitos que existen de que comer saludable resulta costoso, comentó que “ciertamente hay algunas que son un poco más costosas que en el supermercado, pero hay también productos que son más baratos, sobre todo hortalizas y frutas. Comer orgánico quizá cueste caro, pero comer convencional te puede costar la vida, es una inversión en salud”.

Con el paso del tiempo, el tianguis Tameme se convirtió en un punto de referencia para consumidores que buscan cambiar hábitos de forma de vida, que padecen alergias o alguna enfermedad crónico-degenerativa, intolerantes al gluten o lactosa, incluso con problemas gastrointestinales, que siguen dietas especiales, veganos o vegetarianos.

El tianguis puede visitarse los días martes jueves y sábados en diferentes horarios, con las medidas de seguridad sanitaria y aforo reducido conforme a lo establecido por las autoridades sanitarias.

mpl

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