Cómo cada 8 de diciembre en la central de abastos se vive una fiesta por la devoción a la virgen de Juquila, quien en su honor tiene una capilla a la que adornan con flores para agradecer por los milagros recibidos.
Mediante danzantes y pirotecnia es como le demuestran su enorme fe.
Don Gabino Hernández Cortez, fiel devoto de la Virgen de Juquila, es quien se encarga de organizarle su festejo, así como los alimentos que se degustan a lo largo de la celebración, desde un pozole , tamales y carnitas.
Durante el día se realizan misas y le llevan ofrendas florales, por la noche se organiza un baile en el que participan los doscientos comerciantes de la central de abastos.