Chalanes: sello histórico del sur para atraer turistas

Las embarcaciones que marcaron un hito en la vida de la región, pueden ser una opción más para detonar al sector más golpeado por la crisis de salud, si se llegaran a crear réplicas como antaño, consideran cronistas del norte de Veracruz y sur de Tam

Chalán de Tampico hacia norte de Veracruz
Antonio Campos
Tampico /

El auge petrolero de 1922, trajo consigo la modernización de las industrias y el incremento de la actividad comercial, lo que propició tiempo después poner en funcionamiento chalanes de gran tamaño para transportar personas, vehículos y mercancías.

Estas embarcaciones sirvieron para conectar al norte de Veracruz con el sur de Tamaulipas antes de que empezara a funcionar el puente Tampico el 17 de octubre de 1988. Fue así como las personas que provenían de otros estados pudieron cruzar el río Pánuco y llegar a su destino.

La posibilidad de trasladarse por medio de chalanes a un costo accesible y sin el menor contratiempo, trajo consigo un mayor desarrollo de la zona, ya que la población que iba y venía generaba una mayor derrama económica en esa época de bonanza petrolera.

Chalan atractivo turístico en Tampico


Desde personas, autos, camiones de pasajeros y de carga, mercancías y animales eran llevados de un punto a otro en unos cuantos minutos, lo que generó una gran movilidad y un intercambio social, comercial y empresarial.

Fue una etapa que quedó grabada en la memoria de los habitantes la región, que recuerdan aquellos tiempos con nostalgia.

Pese a su huella en la historia, no existe vestigio alguno de estas embarcaciones que dieron vida a la hoy zona metropolitana. De acuerdo con cronistas del norte de Veracruz y sur de Tamaulipas debe crearse una réplica de estos navíos como un atractivo turístico más para Tampico y con ello contribuir a incentivar el sector de la industria sin chimeneas, que tan golpeado se ha visto por la pandemia de covid-19.

El chalan cruzaba todos los días el río Pánuco transportando vehículos, personas


En julio del año pasado, el entonces cronista de Tampico Marco Flores (quien muriera un mes después) se reunió con su homóambas logo de Pueblo Viejo, Martín PéreSan Martín para organizar el evento alusivo a la batalla del 11 de septiembre de 1829.

En dicho encuentro pusieron sobre la mesa el tema del rescate del chalán, con un enfoque turístico para atraer pasantes. Sin embargo, la propuesta no es bien vista por la titular de Turismo porteña, Elvia Holguera, quien considera que los chalanes ya tuvieron su función y a raíz de que se tiene el puente, al no requerirse el antiguo servicio de transporte, turísticamente ya no son un atractivo.

En cambio, considera que lo que sí se debe poner en marcha es un proyecto de pequeños navíos que den paseos guiados a todo lo largo del río Pánuco, donde se puedan hacer algunas paradas que permitan a los visitantes adquirir productos que ofrezcan los comerciantes de la zona.

Chalan de Tampico hacia norte de Veracruz


Los chalanes marcaron la historia en la comunicación entre homólogo de Pueblo Viejo, Martín Pérez San Martín para organizar el evento alusivo a la batalla del 11 de septiembre de 1829.

En dicho encuentro pusieron sobre la mesa el tema del rescate del chalán,

con un enfoque turístico para atraer pasantes. “El chalán vendría a ser un atractivo más, inclusive nosotros tenemos huella de los atracaderos en el estado de Veracruz, todavía los conservamos”, expuso Pérez San Martín, cuya propuesta se mantiene sin eco.


Dos cruces

Había dos cruces para el mismo número de embarcaciones, el paso del Humo y el 106, aunque existía otro más pequeño exclusivo para los lancheros que también prestaban su servicio en estos pasos y el del Zacate, menciona el cronista tampiqueño Josué Picazo.

Señala que los antiguos chalanes que transportaban carga y pasajeros de una parte a otra del río Pánuco, eran muy solicitados ya que la otra opción menos popularera tomar la carretera Pánuco-Tantoyuca para entroncar en Tempoal y llegar a Poza Rica, Veracruz, uno de los destinos más comunes de viajeros y las mercancías.

El paso más entrañable de ese ir y venir entre dos estados fue el del Humo en Pueblo Viejo, ya que era el más utilizado por la gente. El cronista recuerda que se le llamaba así porque del lado veracruzano se encontraba un frondoso árbol de humo o guamúchil, el cual era muy atractivo al momento de su floración.

Creciente del río Pánuco.


Pero fue el cruce del 106 el que perduró por más años al tratarse de un chalán de gran tamaño que era conocido como Rufus y que transportaba una mayor cantidad de vehículos y personas, teniendo como destino la localidad de Mata Redonda.

Después de la construcción del Puente Tampico, esta embarcación continuó comunicando a los habitantes de ambas huastecas y a muchos turistas que llegaban o salían del puerto jaibo, pero la modernidad fue el factor principal para que se despidiera de la historia.

Fue así como dejaron de navegar sobre el río que tanto cruzaron de manera incansable para brindar interconexión a numerosas personas que viajaban para visitar familiares, hacer sus compras, trámites o para comercializar sus productos en el sur de Tamaulipas.


Pese a viento y marea

Para darse una idea de la sensación que se experimentaba al viajar en un chalán, había que abordarlo y cruzar el afluente para llegar a esa región bañada por el Pánuco, afirma el historiador Francisco Ramos Alcocer.

Recuerda que en ese entonces ya prestaban servicio los lancheros del paso del Zacate, pero bastaba un viento fuerte con lluvia intensa para que la gente prefiriera subirse al chalán en vez de los botes.

“No importaba que fuera más tardado, se sentía menos feo, pero cuando había más

oleaje, era muy complicado controlar la embarcación. En una ocasión tuvo que ser utilizado un remolcador para auxiliarla debido a que el peso que llevaba y el viento en su contra, no le permitía atracar; a pesar de estos inconvenientes se convirtió en la mejor opción para quienes tuvieron que cruzar el río Pánuco”, destaca.



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