Un niño en Tampico era enviado a trabajar, tenía que vender todos sus nopales para poder regresar a su casa, porque de lo contrario era abusado psicológicamente y físicamente por su familia.
Luis Llorente, procurador del DIF Tampico, recibió una denuncia vía 911 sobre violencia contra un menor. Se acudió al domicilio y se comprobó el hecho, tras dialogar con el niño de 7 años.
Se trata de un menor procedente de Tantoyuca, quien vivía con su papá, mamá y seis hermanos más, pero que ahora está en resguardo del DIF porteño.
Se procedió a interponer una denuncia ante la Fiscalía porque al hacerse un análisis psicológico, demostraba afectaciones emocionales.
“Nos dijo que efectivamente tenía que vender todos los nopales, porque si no le pegaba su papá", declaró el procurador.
Las autoridades locales dieron a conocer que ya entraron en contacto con el DIF de Tantoyuca, dependencia que avaló las decisiones tomadas por sus homólogos del sur de Tamaulipas.
De acuerdo con las investigaciones realizadas , se pudo conocer que la persona que golpeaba y violentaba verbalmente a Adrián era efectivamente su padre y generalmente ocurría cuando no vendía la mercancía.
“Los vecinos y las personas de la zona centro de Tampico que aseguraron al menor de edad nos hicieron el comentario, por eso destiné a dos personas de la Procuraduría con el fin de atender el asunto”, indicó.
Se trata dijo, de delito de explotación infantil, lo cual, lamentablemente se presenta de manera cotidiana en calles principales de Tampico, ahí se observa a niños vendiendo diversos productos o pidiendo dinero.
Luis Llorente precisó que los padres del menor trataron de desvirtuar la información referente al caso, al argumentar que “lo habían secuestrado las autoridades del DIF”.
“Los padres de familia dicen que por su condición indígena nosotros abusamos de la situación, que nosotros prácticamente secuestramos al niño, lo cual no corresponde a la realidad”, aseguró.
lpr