Los grandes médicos que hicieron historia en Tampico

Día del Médico

El legado de Carlos Canseco -padre e hijo-, Alfredo Gochicoa, Antonio Matienzo y Alfonso Alarcón se manifiesta con las aportaciones que realizaron a la medicina local.

Doctor.
Elda Leticia Gutiérrez
Tamaulipas /

La vocación y el deseo profundo de ayudar a los demás, hizo de personajes importantes en la medicina la clave para contrarrestar las diversas enfermedades que afectaron a la población a finales del siglo XIX y principios del XX.

Sus historias impresionan porque estudiaron en el extranjero y los conocimientos adquiridos prefirieron aportarlos a Tampico y la región.

Los nombres de estos ilustres médicos los puede la gente recordar como guía en su andar, pues calles de la ciudad llevan su nombre en homenaje a su legado.

Los Canseco; Dos generaciones que salvaron vidas

Los doctores Carlos Canseco, padre e hijo, dejaron una huella imborrable en Tampico por su contribución para salvar vidas.

El primero nació en Ciudad Victoria en 1889 y es reconocido por haber combatido fuertemente la fiebre española y peste bubónica, creando el primer comité de salud. En su honor, se le impuso su nombre al Hospital Civil de Tampico, así como a una calle del centro de la ciudad.

Egresado de la Escuela Nacional de Medicina, practicó cirugía en el Hospital General de la Ciudad de México; pero decidió iniciar su ejercicio profesional en Tampico, donde vivían sus padres.

Fue nombrado director del Hospital Civil y en 1920 es electo presidente municipal. En 1922 funge como primer director de la Casa de Salud del Centro Español de Tampico y dos años antes se le designa presidente de la Asociación Mexicana de la Cruz Roja al fundarse.

Estuvo casado con Esperanza González, nieta del ex presidente de la República Manuel González. Días antes de su muerte, su hijo regresa del extranjero para crear la Sociedad Mexicana de Alergia e Inmunología, lo cual logró después de cambiar su residencia a Monterrey.

La participación de este último en la erradicación de la poliomielitis en el mundo lo llevó a ser nombrado “Héroe de la Salud en Las Américas”. Fue reconocido por la Organización Panamericana de la Salud como una de las once personas que más influyeron en la salud pública.

Antonio Matienzo, legado de sabiduría

Antonio Isidoro Lucio Matienzo y Ederra es el médico de mayor trascendencia que ha tenido Tampico, ciudad que lo vio nacer en 1859.

Quedó huérfano de padre a los cinco años y fue llevado a España, donde se recibió como doctor en Medicina en París. Vuelve a su tierra para dejar un gran legado en materia de salud, principalmente por sus trabajos de investigación acerca de diversos padecimientos. Pero su labor no solo se limitó a la medicina. 

Funda en 1893 el Observatorio Meteorológico de Tampico, equipado con lo más avanzado de su tiempo y cuyas predicciones meteorológicas sentaron precedente internacional. Fue él quien estableció que Tampico se ubicaba a 11.6 metros sobre el nivel del mar. Fue presidente municipal (1908-1911).

Sus observaciones sobre la tuberculosis, fiebre amarilla y el paludismo lo hicieron uno de los hombres sabios de su época. El alcalde Vicente Inguanzo (1963-1965) y su Cabildo impusieron su nombre a la calle Altomonte, sobre el lado oriente de la plaza de la Cruz Roja; la placa fue develada el 31 de enero de 1965.

Alfredo Gochicoa; El delegado sanitario contra la peste bubónica

Alfredo Esteban Gochicoa Olhausen es otro de los galenos que destacaron en Tampico. Nacido en 1882 en Ciudad Victoria, fue médico cirujano por la Escuela Práctica Médico Militar y llegó en 1917 a la ciudad para hacerse cargo de la dirección del Hospital Petrolero El Águila y al mismo tiempo desarrolla una gran labor dentro de la Cruz Roja Mexicana.

Fue designado delegado sanitario contra la peste bubónica, epidemia que causó una gran afectación en el país. Interviene en la formación de la Sociedad Médica de Tampico, que en 1924 a propuesta de él, se convierte en el Sindicato de Médicos de Tampico y Madero. En 1950 funda la Escuela de Medicina de Tampico, hoy perteneciente a la UAT; falleció en octubre de 1963.

El Ayuntamiento (1963-1965), impuso su nombre a la antigua calle Águila, la placa respectiva se encuentra frente a la plaza de la Cruz Roja, en la esquina sureste del cruce con la calle Carpintero.

Alfonso G. Alarcón; Cariño por la infancia

Nacido en Chilpancingo, Guerrero en 1884, Alfonso G. Alarcón Martínez fue un reconocido pediatra en Tampico, cuyo nombre se impuso a lo que fue la calle Amargura.

Se tituló como médico en 1911 en el Colegio del Estado de Puebla, pero durante su estadía en París consolidó la formación y experiencia profesional que trajo a la ciudad porteña.

Fue aquí delegado sanitario federal, director de Higiene Infantil y jefe de la campaña contra la peste bubónica. Por su contacto con la infancia se dedica con cariño a la Pediatría.

ICGC

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