Al ritmo de las cumbias tropicales de la zona, las señoras con sus hijos, hijas y el esposo, recorren los pasillos del mercado de Tampico en busca de todo lo necesario para el pozole de la cena mexicana de este domingo.
La gente que va al viejo mercado Francisco I. Madero, recibe el impacto de un aroma a humedad, fresco, que emana de las lechugas que son ofrecidas a la gente, acomodadas justo a lado de los rábanos, de distintos tamaños.
Cebollas, rábanos y lechugas se alcanzan a ver entre las bolsas transparentes que ofrecen los locatarios, estiradas por el peso mientras se sostienen de la mano de las señoras.
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“¡Llévele! ¡llévele”, dice el comerciante a la gente que choca entre los pasillos, que se estorba al pasar. Todos tienen un objetivo y es conseguir todo lo necesario para la cena mexicana tradicional del 15 de septiembre.
Las latas de maíz pozolero se asoman entre los negocios, tienen precio especial para que las personas la vean, para eso, se pintan con plumón en cartulina fosforescente. Dice “oferta” y cuesta $60.
Basta con ir al mercado para darse cuenta que el jefe de familia, que la madre soltera y que el trabajador, ya recibieron la quincena. Hay más gente de lo normal.
Abel López, comerciante y responsable de mariscos “Alma”, reconoce que la venta aumentó y apenas son las 11 de la mañana. “Está levantando la venta, por lo menos, entre 40% y 50%”, refiere mientras atiende el local del mercado nuevo.
En la zona gastronómica los asientos están ocupados en su mayoría, desde el que vende antojitos, tacos, mariscos y comida corrida (el picadillo con frijoles o el adobo de puerco). Hay para todos, es día de paga y hay que aprovechar.
Frente a la plaza de la Libertad, un tranvía se está llenado para hacer el recorrido por sitios turísticos de Tampico, y casi se llena. No es ni mediodía, pero se nota que hay visitantes que vienen de otros estados. Son los vecinos norteños, se identifican porque traen la de Tigres y Monterrey.
La ciudad este fin de semana tiene vida, el comercio la mueve. La gente camina por la plaza de Armas con bolsas con mandado, con verduras. Tienen que esquivar a la gente, hasta los puestos de banderas y artículos patrios, se nota que es septiembre, es más, ya huele a Independencia, a la fritanga, a antojitos, al bendito pozole.
SJHN