Begai y Mariano, hermanos oaxaqueños víctimas de tráiler con migrantes de Texas

Los familiares de las víctimas pidieron ayuda a los gobiernos de Estados Unidos y México para repatriarlos. Uno de ellos se encuentra grave, mientras que el otro murió.

Los hermanos Santiago habían emprendido un viaje en busca del llamado sueño americano. | Especial
Oaxaca /

A cuatro días de la tragedia ocurrida al interior de un tráiler abandonado en San Antonio, Texas, Estados Unidos, María Antonia Torres Morales y Luz Estrella Cuevas Remolino recibieron la confirmación de que sus esposos se contabilizan entre las víctimas. El primero, de nombre Begai Santiago Hipólito, se encuentra muy grave de salud en un hospital de Estados Unidos; mientras el segundo de los hermanos, Mariano, murió, informó un familiar de ambos que vive en el vecino país del norte y fue contactado por el consulado mexicano.

Ambos eran originarios de la comunidad de Piedra de Azúcar, en el municipio indígena chinanteco de San Felipe Usila, Oaxaca, en la región de la Cuenca del Papaloapan, ubicada al norte de la entidad. Sin embargo, su primera migración la hicieron regionalmente, al mudarse a Tuxtepec, considerada la segunda ciudad más grande del estado.

La ruta

MILENIO visitó el lugar y, en conversación con la familia, se informó que Mariano y Begai salieron el sábado 18 de junio desde la Terminal de Autobuses de Oriente en Tuxtepec, en la corrida de las 16:00 horas hacia Veracruz. De allí, partieron en avión a Monterrey, Nuevo León, y los recogió un amigo que ya había regresado de Estados Unidos y que únicamente los llevó a la salida de autobuses rumbo a Nuevo Laredo, donde llegaron al encuentro con “el pollero”.

Aún del lado mexicano, Begai se comunicó con su esposa María por última vez desde el teléfono celular que le pertenecía a ella y que el oaxaqueño se llevó al viaje. La llamada está fechada a las 15:56 horas del 24 de junio, la conversación duró tres minutos y 40 segundos, en la que él informó que, junto con su hermano, ya habían intentado cruzar dos veces la frontera sin éxito, por lo que ese sería su último intento y de no lograrlo regresarían a casa.

Luz Estrella Cuevas, esposa de Mariano, quien murió en la tragedia de Texas. | Especial

Fuera de los gastos ya programados de autobuses, avión y el pago al pollero que los cruzaría, ambos hermanos sólo disponían de mil pesos para gastar en agua y comida. Todo ese dinero les debía alcanzar para los nueve días que tardaron en llegar desde Tuxtepec, Oaxaca, hasta San Antonio Texas, confiaron las esposas de ambos.

Begai, quien se debate entre la vida y la muerte debido a la asfixia que sufrió al estar en condiciones de hacinamiento al interior del tráiler, nació el 2 de septiembre de 1988, tiene 34 años, vivía en la colonia Loma Alta. Se dedicaba a la albañilería cuando dejó Tuxtepec, donde lo esperan su esposa y sus dos hijos menores: Kenia Monserrat, de 16 años, y Said Jafet, de ocho; éste último no estudia, pues la familia no cuenta con recursos económicos para pagar la inscripción, ni el material didáctico o los uniformes escolares.

Mariano tenía 33 años al momento de fallecer y también era albañil, tenía dos hijos: una niña de tres años de nombre Jade Suset y un niño de dos, Mariano Abdiel; ambos no saben que su papá murió y su madre no encuentra la forma de darles la noticia.

Mariano Santiago Hipólito con su familia en una fiesta. | Especial

Una “corazonada”

María Antonia, esposa de Begai, narró que desde que perdió contacto con su esposo y su cuñado, y después vio la noticia de la tragedia en San Antonio tuvo “una corazonada” de que algo andaba mal. Pero no fue si no hasta el 29 de junio, cuando otro familiar que lleva años viviendo en Estados Unidos, le llamó para notificarle que el gobierno de Texas lo había contactado para explicarle que dos de las víctimas eran Begai y Mariano. Le explicó que ambas mujeres debían enviar documentos para comprobar que tenían parentesco directo y así poder reclamar el cuerpo de uno y el auxilio para el otro.

Luz Estrella recordó que le pidió llorando a su esposo Mariano que no se fuera, que sus hijos estaban muy pequeños. “No necesito lo mejor, necesito sólo lo que tú me has dado, me has sido suficiente, no necesito más de lo que tú no me puedas dar, aunque sea un taco de chile, o frijoles, pero aquí te voy a ver” le dijo al abrazarlo por última vez.

Aunque la reconfortó en su momento que Mariano le había prometido que sólo estaría en Estados Unidos por dos años y regresaría para establecer un negocio; ella también, al ver las fotos del tráiler abandonado, tuvo la sensación y el presentimiento de que algo andaba mal, hasta que le fue confirmada la desgracia.

Familiares piden apoyo al gobierno

La familia de Begai se dedica a vender tamales y la de esposa de Mariano es ama de casa, por lo que no cuentan con recursos para acudir a San Antonio, Texas, a reconocer uno de los cuerpos, ni cuentan con dinero para el tratamiento médico del otro hermano.

Por ello, pidieron ayuda al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, y al presidente Andrés Manuel López Obrador para trasladarse y realizar los trámites necesarios ante el consulado.

La esposa de Bengai solicitó al gobierno que ayude a su esposo. | Especial

Actualmente, la cifra oficial de muertos de la tragedia migratoria es de 53, dentro de ellos 27 mexicanos y 16 heridos, además de cuatro personas detenidas por el traslado ilegal de migrantes.

El ‘sueño americano’

Entre lágrimas, María Antonia y Luz Estrella puntualizaron que no vale la pena morir y dejar huérfanos a los hijos o viuda a una esposa con tal de ganar más dinero.

María expresó que espera con ansias que Begai se recupere pronto, para que ella y sus hijos lo puedan volver a abrazar y que juntos salgan adelante vendiendo tamales y con su trabajo de albañil; aunque reconoce que hoy en día su familia en Ciudad Juárez, Chihuahua, le informó que estaba entubado y que es crítica su situación, por lo que esperan un milagro para volver a verlo.

LP

  • Carlos Abad

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