Monte Tláloc, el templo más alto del mundo

Maravilla ancestral y natural en Texcoco

Fungió como escenario para ritos “al señor del trueno, la lluvia y los mantenimientos” con la finalidad de propiciar buenas cosechas y armonía con la naturaleza.

Se construyó uno de los templos más importantes en honor a Tláloc.
Valle de México /

El Monte Tláloc que se encuentra entre los municipios de Texcoco e Ixtapaluca al oriente del Estado de México es la novena montaña más alta del país, pero su importancia no se limita a sus 4 mil 125 metros de altura, más bien se extiende a su valor histórico y arqueológico, pues ahí se construyó uno de los templos más importantes en honor a Tláloc, donde fungió como escenario de una serie de ritos relacionados con “el señor del trueno, la lluvia y los mantenimientos”, que tenía la finalidad de propiciar buenas cosechas y una relación armoniosa con la naturaleza.

El arqueólogo Víctor Arrivalzaga, integrante del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), explicó que se han encontrado al menos 176 sitios con evidencia arqueológica, en donde destacan varios petrograbados con forma de animales acuáticos o anfibios como serpientes, tortugas, lagartos y ranas, que eran elementos de culto al agua. Esto lo convierte en el más grande centro ceremonial construido sobre una montaña el el mundo.

Historia del preclásico

De acuerdo con investigaciones arqueológicas, los primeros en subir a la cima para realizar ceremonias fue la civilización de Cuicuilco y más tarde en el año 350 llegaron los Teotihuacanos, además del año 800 al 1100 hay registro de presencia Tolteca.

“Hasta ahorita tenemos contemplada la presencia de teotihuacanos, ya que ellos fueron los primeros que intervinieron para hacer un adoratorio, pero parece que viene desde otra civilización más antigua, que vienen desde Cuicuilco, en Cuicuilco se creó el primer calendario que hay en el altiplano mexicano y eso lo hizo con base en las montañas tomando como referente la salida del sol y que tuvieran una relación con las actividades agrícolas, rituales y cívicas”.

De acuerdo con el INAH, fue el fraile Diego Durán quién documentó la mayor ceremonia en honor a Tláloc, llamada Huey Tozoztli o “gran punzada”, llamada así porque el sacrificio consistía en sacarse sangre con puntas de maguey para que Tláloc les diera lluvias y con ello buenas cosechas.

  • Esta se celebraba el 30 de abril y para ello subían al adoratorio los altos dignatarios de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan, además del señor de Xochimilco.

“Lo que nos queda en los registros es que subían los grandes Tlatoani entre el 29 y 30 de abril para realizar rituales en lo más alto del monte, ellos estaban en guerra con Tlaxcala, se dice que sacrificaban a un niño o los que fueran necesarios para la ofrenda”.

La Montaña Fantasma

En el lugar puede observarse un sin número de fenómenos astronómicos y calendáricos a través de los cuales nuestros ancestros fijaban las fechas importantes del año.

Tal es el caso del Año Nuevo Solar, donde se puede observar un fenómeno astronómico el 12 de febrero. Además, entre el 7 y 11 de febrero, el Sol puede verse sobre las cumbres del Pico de Orizaba (Citláltepetl) y La Malinche, una ilusión óptica que permite verlos como una sola montaña, es decir, “La Montaña Fantasma”.

Ascensos deben ser con guías experimentados

Actualmente es posible ascender al Monte Tláloc, por lo menos la mitad de la montaña se puede recorrer en vehículo especial o a caballo y el resto debe ser a pie.

Es muy difícil el acceso por lo que solo llegan alpinistas y algunos vecinos porque es muy grande, no es que pueda decir una familia vámonos, subimos y bajamos, eso lo puede hacer un montañista, pero en todo caso se tiene que hacer con guías porque hay riesgos arriba”.

  • Existen diversos clubes que dan acompañamiento a las personas para que puedan conocer el centro ceremonial con una construcción de 4 mil 600 metros cuadrados, que fue destruido entre septiembre y octubre con la llegada de los españoles.
Peligros.

Recomendaciones al subir...

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas exhorta a la población a no ascender en multitud, ya que pese a pesar de que tiene una capacidad de 4 mil personas, la aglomeración podría ser nociva para la salud.

UAEMex, busca su preservación

Desde 2012 investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) realizan una serie de proyectos encaminados a la conservación del Monte Tláloc, donde las culturas prehispánicas realizaron ritos adoratorios al dios de la lluvia y en cuyas faldas se localizan los baños de Nezahualcóyotl. Además, la universidad también participa en la definición de políticas públicas encaminadas a mitigar los efectos del cambio climático en la zona.

  • A ella acudían cada año los emperadores prehispánicos de la Triple Alianza para rendir culto a Tláloc -dios del agua y la fertilidad-, con el objetivo de que las lluvias fueran buenas en todo el Valle.

A raíz de la solicitud del INAH, especialistas de la UAEMex han visitado el lugar y comprobaron la riqueza histórica, cultural y ecológica de la montaña, donde se detectó flora y fauna endémica en peligro de extinción.

Por todo lo anterior es que la Autónoma mexiquense desarrolló un plan para conservarlo, lo que permite el remozamiento y reconstrucción del centro de culto, además de emprender acciones para la conservación del ambiente natural.

Cada una de las acciones que desarrollará la UAEMex en la zona cuenta con autorización de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el INAH y los ejidatarios de San Miguel Tlaixpan, a quienes se involucrará en los programas, a fin de que coadyuven con la conservación de la zona y obtengan algún beneficio.

Por ello investigadores de la institución ofrecen a los habitantes de la región asesoría en materia turística, para que desarrollen proyectos de ecoturismo redituables para ellos, sin perjudicar el entorno ambiental.

KVS

  • Zuleyma García
  • zuleyma.garcia@milenio.com
  • Reportera en MILENIO desde hace cuatro años. En 2013 comencé a ejercer mi carrera como Comunicologa y Periodista. Soy egresada de la Universidad Privada del Estado de México y desde que tengo memoria me apasiona escribir y contar historias.

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