“¡Bara, bara, bara, bara, se va de a 50, a 50, solo hoy, más barato que mole de gato!”, se escuchó en uno de los varios pasillos del tianguis de Tepeaca, mientras un jovencito intentaba convencer a una señora de comprarle un suéter para que acabara con sus ventas del día.
Y así como ellos, más de 10 mil vendedores se instalan todos los jueves por la tarde y madrugada de los viernes para que las familias puedan comprarse ropa, zapatos, telas, comida y hasta juguetes que cumplen con las tres b: bueno, bonito y barato.
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El tianguis de Tepeaca es único. No solo es el más importante de Puebla, sino también es uno de los más extensos del país y de Latinoamérica, permitiendo que cientos de comerciantes de la región ofrezcan los productos que fabrican a precios de mayoreo o menudeo, según las necesidades de cada cliente.
Este asentamiento comercial vio su origen en los tiempos de la Conquista, ya que fueron los españoles quienes fundaron Tepeaca bajo el nombre de Villa Segura de la Frontera, el 4 de septiembre de 1520.
Más de 500 años después, el tianguis de Tepeaca se mantiene en pie e intenta sobreponerse a múltiples dificultades que los tianguis enfrentan hoy día, como el comercio digital, el pirataje o el desinterés de los gobiernos municipales para promoverlos como alternativa de generación de empleos e ingresos para miles de familias.
Vender para comer
Localizado sobre el Camino a San Pablo Actipan, Multimedios Puebla se trasladó hacia el tianguis de Tepeaca para conocer de cerca lo que ofrece y, también, platicar con sus protagonistas, que aprovecharon las fiestas decembrinas para aumentar sus ventas ante el gran interés que provoca entre los poblanos.
Ahí conocimos a José Luis Romero, mayorista que mezcla su pasión por la música sonidera con la venta de chamarras para dama y caballero. A él le basta un espacio de 2x2 metros para que la rebatinga deje de ser un juego y se convierta en un arrebatadero por llevarse la pieza elegida.
“Nosotros nos dedicamos al comercio, vendemos chamarras, venimos de Tepito y ya llevamos aquí más de 30 abriles viniendo a trabajar. Nosotros damos precio de mayoreo desde una pieza, pero también te podemos vender lo que tú quieras, una docena, una paca o hasta un camión”, platicó.
José Luis se dice contento porque sus ventas en el tianguis de Tepeaca le han permitido cerrar ventas con personas de todo el país, como Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Yucatán y hasta Baja California.
“Esto es lo que vendemos y lo traemos nosotros desde la Ciudad de México, tenemos otro negocio en el Centro de Puebla pero aquí es lo mero bueno. Aquí la verdad es como le decimos a la gente: Te vamos a dar como nunca te han dado: bueno, bonito y barato”, carcajeó.
En Tepeaca también conocimos a Valeria, vendedora de toallas, cuyo taller pertenece a la familia Rosas y desde hace más de 30 años ha hecho del tianguis un estilo de vida.
Entre que vende, acomoda y saca más piezas de las enormes bolsas que ella y los suyos cargan, compartió que su negocio es el principal sustento de su familia.
“Aquí le estamos dando duro al negocio de las toallas. Nos encuentran en Tepeaca, pero también vamos a San Salvador Huixcolotla o en la Central de Abastos en Puebla. Nuestras toallas son buenas, baratas, a buen precio. Lo más importante es no dejar de vender para poder comer”, resaltó.
CHM