Pobladores de Aguililla son desplazados a Tijuana por amenazas del CJNG

En un mes llegaron a Tijuana más de mil 500 personas de Aguililla, comentó un sacerdote que los ayuda.

Mujeres de Aguililla denunciaron cómo en Tijuana son víctimas de extorsión de la policía. (Said Betanzos)
Said Betanzos
Tijuana, Baja California /

Mientras camina rumbo a la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, Karla explica que su hija, de 6 meses de edad, brinca al escuchar cualquier ruido similar a un disparo.

“Sólo de escuchar un ruido fuerte brinca y tiembla, pues allá los oía a cada rato”, describe esta madre que pide no ser fotografiada mientras camina con su esposo y el otro hijo de ambos, de 7 años.

Tienen una semana viviendo en Tijuana, salieron de su natal Aguililla, Michoacán, porque la delincuencia no les dejó otra opción, sobre todo el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El CJNG ha desplazado a más de mil pobladores de Aguililla. (Said Betanzos)
“Todos los días, todas las noches, madrugada, día, noche, balaceras. No podemos ni salir a la cuadra donde está la esquina para comprar comida”, explicó Lourdes.

Eso ocasionó que dejaran de ir los clientes a la lonchería donde laboraba, y eso provocó su cierre. Se quedó sin empleo y ante el miedo al narco, sus tres pequeños hijos le sugirieron irse .

Se quedaron “traumados”, al escuchar el primer balazo le decían "¡má!, ¡má!, ¡ya hay balazos! No te asustes, vámonos al último cuarto donde se puede uno esconder. ¡Má, ya tenemos miedo, hay que salirnos del pueblo!, ¡Tenemos que salir de aquí de Aguililla!"

No son los únicos que se fueron, hay familias que se negaron a colaborar con ellos de ‘soplones’.

“Si no das apoyo te corren o te balacean”, aseguró Axel.
Decenas de familia se refugian en la fe para soportar la migración, los apoya el sacerdote Gregorio López. (Said Betanzos)

Es tanto el miedo a los ‘narcos’, que los llaman “gente armada”.

En el caso de Axel, le pidieron ayudarlos “para correr militares, que no entren militares, que no entre nada de eso, entonces, uno no quiere meterse en problemas, mejor uno se sale del rancho”.

Son casi mil 500 los habitantes de Aguililla que llegaron a esta frontera en mayo, contó el sacerdote católico y fundador del Buen Samaritano de Apatzingán, Gregorio López, quien les anunció a los migrantes que abrirá un refugio exclusivo para ellos.

“Es sólo para ellos, porque muchos no tienen a nadie. Algunos se vinieron con apoyo de sus familias que están en Estados Unidos, pero no tienen a nadie aquí, en donde también son víctimas de los policías”, expuso el párroco.

Ellos no quieren quedarse a vivir en Tijuana, buscan asilo en Estados Unidos, aseguró, lo cual ya están logrando.

“Están dándoles (asilo), las políticas de Joe Biden son muy humanitarias y están facilitando, siempre y cuando haya un familiar que responda por ellos, traigan cartas de que sí efectivamente están siendo amenazados allá en Aguililla”, mencionó.

Empresarios nativos de Michoacán ya le aseguraron que apoyarán con recursos y están por iniciar la construcción en un fraccionamiento al sureste de Tijuana.

Mientras eso ocurre, López les pide no separarse y denunciar a los policías que pretendan extorsionarlos.

En la parroquia hay mochilas en todos lados. Es lo único que se trajeron estas familias para que los narcotraficantes no se dieran cuenta que huían.

La Familia de Michoacán, Los Templarios, todos esos han salido de Michoacán. Todos se han crecido en Michoacán, y lo que nosotros queremos ahorita es solamente ayudar a la gente que viene para acá, pero realmente nosotros estamos poniéndonos ‘curita’ sobre la herida”, contó Manuel Astorga.

El activista de la Fundación Mireles explicó que las autoridades de Michoacán están tan coludidas con el ‘narco’ que nada les interesa sus pobladores, por eso buscan cómo ayudarlos mientras mejora su futuro.

DMZ

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