El centro histórico del municipio de San Pedro Tlaquepaque prácticamente lució vacío.
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Todos los accesos de El Parián estaban cerrados; las jardineras permanecieron acordonadas, al igual que el Jardín Hidalgo donde ni siquiera se permitió caminar; los puestos ambulantes que -en su mayoría venden productos típicos-, no abrieron.
Menos los que comercios de artesanías.
En la Villa Alfarera no hubo turistas, solo algunos habitantes que como don Alfredo se aburrieron y salieron a recorrer el centro.
Algunas farmacias determinaron cerrar, pese a que es un giro que no se afecta con la activación del botón de emergencia.
“Está mal. De hecho vengo buscando un medicamento, pero veo que esta todo está cerrado, me voy a retirar. ¿No has visto farmacias abiertas? No, todo está cerrado”, comentpo Liliana, habitante de San Pedro Tlaquepaque.
Juan, es otro afectado por el llamado botón rojo. Ante la falta de transporte, tuvo que caminar para llegar a su trabajo. Su preocupación es el regreso a casa.
“Posiblemente si salgo muy tarde, me llevan a la casa algunos compañeros, o le hablaría a uno de mi familia para que pasara por mí, por lo general después de cierta hora ya no me arriesgo a caminar”, manifestó Juan Orozco.
A diferencia de Juan, Alan, -un repartidor de plataformas-, le fue bastante bien porque los servicios de comida se dispararon.
“Hasta ahorita, la verdad el día ha estado muy bien, hay bastante movimiento en cuanto a las plataformas. Hoy me conecté desde las tres de la tarde, y llevo seis, ¿y son muchos comparados con otros días? La verdad sí”.
Hoy a los que extrañaron en este pueblo mágico, son a los turistas.
JMH