Fabricantes de ataúdes de Tlaxcoapan afrontan poca venta y mercado negro

Señalan que más del 10 por ciento de las funerarias en la entidad reutilizan los féretros, a pesar de la contingencia por covid-19

La fábricación de ataúdes durante avance de la pandemia (Archivo)
Elizabeth Hernández
Tlaxcoapan /

La demanda de producción de ataúdes en Tlaxcoapan, Hidalgo, municipio que ha sido reconocido por ser el segundo productor de féretros en el país, ha ido a la baja, contrario a lo que se podría augurar tras el aumento de fallecimientos en el país por la enfermedad covid-19, este es solo uno de los problemas que enfrentan, el otro, la reutilización de féretros en las funerarias tras la cremación del cuerpo de una persona fallecida por la enfermedad causada por el virus Sars-CoV-2.

Ésta ha sido una práctica común en el país en general pero, ante la pandemia, no hay un reglamento o lineamiento oficial avalada por la autoridad sanitaria para evitar dicha acción que, en el estado de Hidalgo, podría darse en 10 por ciento de las funerarias que están ofreciendo sus servicios durante la contingencia y por ende, la posible multiplicación de contagios ante el manejo de un féretro con el virus.

“No hay excepción en las funerarias que reutilizan los ataúdes, es una situación preocupante sobre todo en estos momentos de una pandemia por el covid-19”.
“El problema está concentrado en la zona centro del país, en provincia también aunque en el estado de Hidalgo no lo es tanto por la que inhumación sigue siendo preponderante, pero en la Ciudad de México y Monterrey, por ejemplo, la cremación ha ganado terreno; podría decirse que en Hidalgo está en un 10 por ciento de las funerarias que reutilizan los féretros”, indicó Pedro Jaramillo Quintero, representante legal de Litomexsa S.A. de C.V, además de ser presidente de la Asociación de Fabricantes de Ataúdes y Artículos Funerarios de la República Mexicana.

La situación podría provocar severos problemas de salud, sobre todo cuando se tiene el objetivo de erradicar los contagios por el coronavirus ya que no existen lineamientos ni especificaciones marcadas ante las autoridades sanitarias de lo que se debe hacer con un féretro después de la cremación de una persona que ha fallecido por esta enfermedad, que ha provocado la muerte de más de 150 personas en la entidad.

Además, la situación recae en la afectación a los fabricantes de ataúdes ya que, “las funerarias hacen negocio redondo”, porque llegan a alquilar el féretro por 5 mil pesos en promedio y “se han llegado a registrar hasta 100 veces el uso de éste, incluyéndolo en el paquete de servicios funerarios, en otras entidades”, explicó Jaramillo Quintero.

Así también, se convierte en una competencia desleal para quienes producen los ataúdes, por ejemplo, en Tlaxcoapan hay un aproximado de 300 fabricantes, en su mayoría, no ha tenido buenas ventas de estos productos debido a la situación del reuso de los féretros, además de que familiares de los fallecidos por covid-19 han preferido cremarlos y hacer uso de las urnas fúnebres.

“No hemos tenido casi venta de ataúdes, en lo que somos expertos en el municipio, porque lo que más se está solicitando son las urnas, debido a que se está solicitando la cremación en la mayor parte de estos casos”.
“Nosotros vendemos nuestro producto a las funerarias, que es donde incrementan el precio de nuestros productos, pero la pandemia del covid-19 no ha sido nada bueno para nosotros, aunque pudiera pensarse lo contario, ya que nosotros ocupamos algunos productos de importación, porque ha subido el precio del dólar”, indicó Leticia García, de Ataúdes Viveros, en Tlaxcopan.

Por su parte, José Luis Romero, quien también es fabricante de ataúdes en el municipio, coincidió en que las ventas han bajado, “de hecho desde que inició la contingencia sanitaria disminuyó bastante, pero ahorita están normales, es decir, estamos vendiendo como 15 a 10 ataúdes a la semana, menos de lo que se hace de forma normal, además de que lo que más solicitan son urnas, eso vendemos un poco más, pero aquí son los contratos que tienen algunos fabricantes con empresas funerarias, por eso no vendemos todo igual todos”, indicó el fabricante.

Esto sucede con Miguel Ángel Tovar Corona, de ataúdes Tovar, sus ventas han ido en aumento hasta en un 100 por ciento, ya que su mercado está en la Ciudad de México.

“Los económicos son los que más se están vendiendo en la Ciudad de México, en 3 mil pesos y nos han solicitado unos 200 ataúdes al mes, que son fabricados de madera de pino”.
“Es la primera vez que vendo esta cantidad y seguimos trabajando 10 personas para realizarlos, aunque todo con las medidas de sanidad, cada quien con su equipo y cada uno en su área del trabajo”, indicó el productor, quien aseguró que las ventas continuarán ascendiendo por la contingencia sanitaria.

Ante esta situación, Jaramillo Quintero señaló que la cuestión sanitaria debe ser prioridad en estos momentos en los que el país vive una pandemia inesperada, es por ello que mantendrá una reunión con los fabricantes de ataúdes en el país, con el fin de que lleguen a acuerdo y exigir a las autoridades que se norme el uso de éstos.

“Estamos buscando con la Asociación de funerarios, de ir de la mano con ellos, pero buscaremos a la secretaría de Economía para tener espacio para trabajar y normar la actividad, que se regule la fabricación y las características de los ataúdes para esta nueva normalidad que vamos a vivir, porque sólo nos regula la NOM 036, y regula el servicio funerario, misma que se modificó, pero no así el reuso de los ataúdes”, indicó.

Finalmente, señaló que es primordial que se den los lineamientos y normas para el uso de los ataúdes durante la contingencia sanitaria, “que haya reglas claras, de cómo se debe fabricar de hoy en adelante un ataúd y las características que debe tener, y de ahí, exigir muchas cosas, pero el asunto del mercado negro dio un giro de 180 grados porque no puede ser lo mismo por el tema de la pandemia que estamos viviendo”, concluyó.

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