Las trabajadoras del hogar, quienes viven en medio de una fragilidad económica y situación crítica social, padecen una vulneración multifactorial hacia sus derechos ante las diferentes formas de violencia.
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De acuerdo con el análisis “Las trabajadoras del hogar en México: ¿impracticabilidad del marco jurídico aplicable o vulneración de derechos?”, desarrollado por Itandehui Donají Mayren Martínez, Montserrat Flores y Hernández, Paulina Ross García y Mónica Unzaga Pimentel, licenciadas en Derecho por la Universidad Iberoamericana Puebla, la realidad laboral de las trabajadoras del hogar en México sigue siendo un tema ignorado en la actualidad, exponiendo la aparente impracticabilidad del marco jurídico aplicable.
“Existe una multiplicidad de factores que contribuyen a la vulneración que se da a las trabajadoras del hogar, otro de estos múltiples factores, es la temprana edad en la que comienzan a desenvolverse en este ámbito. El desarrollo de las actividades domésticas generalmente impide que las niñas acudan a la escuela”, resalta el análisis.
La realidad económica y social que diariamente, obligan a las mujeres trabajadoras del hogar a aceptar el salario y las condiciones del empleador para contar con reducidos recursos que puedan llevar a sus familias.
El trabajo doméstico es ignorado y, por tanto, desprotegido; además, la vulneración multifactorial hacia los derechos de quienes laboran en el área debe ser atendida desde una óptica multidisciplinar para la protección integral.
“La situación de necesidad económica en la que se encuentran las menores de edad que ingresan desde esta etapa tan temprana, implica condiciones que ponen en riesgo la salud, integridad y educación de las menores”, establece el análisis.
El trabajo en el hogar afecta preponderantemente a las mujeres, ya que, del total de quienes se dedican a esta actividad, 92 por ciento son trabajadoras, destaca la investigación desarrollada el equipo de la institución que forma parte del Sistema Universitario Jesuita.
“La asignación de roles de género, asume que las mujeres están destinadas al cuidado y atención del hogar y la familia, por lo que, es necesaria terminar con la perpetuación del mencionado estereotipo de la mujer, en qué con naturalidad se le otorga el lugar del hogar y todas las tareas que este conlleva”, destaca el estudio.
La relación entre las trabajadoras y quienes las contratan son, mayormente informal porque las obligaciones laborales vinculantes para los empleadores son escasamente conocidas; además, se presenta una poca dignificación del trabajo doméstico y una desregularización en las jornadas laborales y salario.
Las trabajadoras del hogar mujeres comienzan su actividad laboral entre los 7 y los 85 años de edad; la gran mayoría proviene de las áreas rurales, comunidades indígenas y, en menor medida, de los sectores urbanos empobrecidos.
“Este sector sufre de manera sistemática y permanente abusos y malas condiciones de trabajo, fundamentalmente por problemas de discriminación, así como de acceso inequitativo a los derechos laborales”, destaca el análisis.
CHM