La macrocriminalidad y sus redes utilizan a la trata de personas como una forma de negocio, en donde mujeres, niños, niñas y adolescentes son los principales afectados. La disolución del problema no es sencilla ante el entramado realizado por el gobierno, las empresas y el crimen.
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Narda Andrea Martínez Gutiérrez, especializada en Relaciones Internacionales por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), en diferentes zonas de México, destacó que se cuentan con los factores ideales para su crecimiento, mismos que dan pie a otras problemáticas como la trata de personas.
La investigadora resaltó que la trata de personas se traduce en un negocio con beneficios para todos los involucrados; mientras que las víctimas, principalmente mujeres, niñas y adolescentes, son captadas con la promesa de un trabajo y con rapidez son objeto de explotación sexual.
“La trata de personas y las redes de macrocriminalidad, me afectan en mi día a día, y que yo puedo ser parte de la problemática. Entre los actores representativos de la macrocriminalidad se encuentran las redes del crimen organizado. Estas son los detonantes de una forma extrema de corrupción, pues gracias al apoyo de agentes gubernamentales y empresariales, capturan el poder público para satisfacer fines privados”, apuntó la investigadora.
Señaló que el principal problema en México es que las redes criminales fracturan al Estado y, por ende, gobiernan todas las regiones del país en donde se presentan fenómenos como gobiernos que no realizan acciones contra el problema.
“El narcotráfico se ha valido de diferentes estrategias para mantenerse vigente y seguir abarcando cada vez más terreno. Acciones como control territorial, captación de menores, narcomenudeo, guerra entre cárteles y uno de los más representativos, la trata de personas”, apuntó.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estimó que más de 30 mil niños, niñas y adolescentes habían sido captados por redes de macrocriminalidad en el año 2015; mientras que la Red por los Derechos de la Infancia en México y el Observatorio Nacional Ciudadano en 2021 reportaron que entre 145 mil y 250 mil infantes y adolescencias estaban en riesgo de ser reclutadas.
Por último, la investigadora llamó a analizar la trata de personas desde las redes de macrocriminalidad, pues es en esta esfera que las y los menores de edad suelen ser los más afectados.
“Estamos viviendo violencia y altos niveles impunidad, lo estamos palpando en nuestra cotidianidad. Entonces les invito a que estemos pensando en cómo esto nos está afectando”, finalizó.
CHM