De 2019 a 2023, en la Península de Yucatán se perdieron 285 mil 580 hectáreas de selvas; de esa cifra, las obras realizadas para los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya que se concentran en Quintana Roo provocaron la deforestación de 5 mil 610 hectáreas, dio a conocer Sergio Madrid, director ejecutivo del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, al presentar los “Hallazgos de deforestación en la Península de Yucatán 2019 a 2023”.
El estudio fue realizado a partir del Sistema de Información de Cambios de la Cobertura Forestal en la Península de Yucatán (SICAMFOR), por Edward Ellis del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana, quién destacó que la deforestación por el Tren Maya es la más agresiva porque no se puede recuperar, a diferencia de los terrenos deforestados para uso agrícola o ganadero; además de que también genera otros impactos por las emisiones del transporte de carga y el aumento de la deforestación para otras industrias y servicios asociadas a la operación del tren.
“En superficie, la mayor deforestación es por la ganadería porque se necesita deforestar grandes espacios, para pastorear animales, y es una ganadería extensiva, pero la deforestación que viene de un Tren Maya considéralo permanente, un potrero se puede abandonar y puede recuperarse, un potrero todavía tiene algunos servicios ambientales, pero la deforestación de un tren, el trazo es ya cero servicios ambientales en esta zona, igual que la deforestación de inmobiliarias donde es puro cemento, ya es otro tipo de deforestación”, dijo Edward Ellis en conferencia de prensa.
Mientras se deforestaron 5 mil 610 hectáreas por los tramos del Tren Maya en Quintana Roo, en contraste, las nuevas áreas naturales protegidas decretadas en agosto pasado en el mismo estado, con el carácter de áreas de Protección de Flora y Fauna (APFF): Jacinto Pat, San Buenaventura y Playa Delfines, suman una superficie total de 59 hectáreas, en el municipio de Benito Juárez; además de el APFF Jaguar, decretado en 2022, en Tulum, se extiende en 2 mil 249 hectáreas.
De acuerdo con el estudio, las obras del Tramo 5 Cancún- Tulum de 111 kilómetros, deforestaron mil 607 hectáreas (ha): 967 corresponden al paso de vía, 224 ha a la ampliación y nuevos bancos de materiales, y 416 ha a campamentos, bodegas, cementeras, base de mantenimiento y subestación.
En tanto que en el Tramo 6 Tulum a Chetumal de 256 kilómetros, deforestaron 2 mil 076 hectáreas: 1,538 para paso de vía, 451 ha para la ampliación y nuevos bancos de materiales, y 87 ha para campamentos, bodegas, cementeras, base de mantenimiento y subestación.
Y en el Tramo 7 Chetumal a Escárcega de 254 kilómetros, deforestaron mil 927 hectáreas: mil 464 para paso de vía, 380 ha para la ampliación y nuevos bancos de materiales, y 87 ha para campamentos, bodegas, cementeras, base de mantenimiento y subestación.
Deforestación en la Península de Yucatán
Sergio Madrid informó que en los últimos cuatro años en la península de Yucatán se perdieron 285 mil 580 hectáreas de selvas, equivalente a una deforestación anual de 71 mil 395 hectáreas o 196 hectáreas diaria, lo que representa que cada 4 días se deforesta una superficie de selva equivalente a la extensión del bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, que es de 800 hectáreas.
De esa manera, la tasa anual de pérdida de 0.4 por ciento, la tasa anual de pérdida es la más alta en las últimas décadas y contrasta con la media nacional de tan solo 0.1 por ciento.
De los tres estados que conforman la Península, Campeche cuenta con la mayor superficie deforestada en los últimos cuatro años, con una pérdida de 29 mil 281 hectáreas anuales, seguido por Yucatán con 27 mil 519 hectáreas deforestadas por año; mientras que Quintana Roo perdió 14 mil 595 hectáreas anualmente para el mismo período.
Sergio Madrid destacó que la destrucción de la selva avanza junto con la expansión de la agroindustria y la ganadería, la industria inmobiliaria y turística, las mega obras de infraestructura logística de transporte y los proyectos energéticos, entre otros procesos alineados a lógicas y estrategias de desterritorialización y reterritorialización.
Aún cuando la selva ha padecido procesos de degradación desde hace más de diez décadas, su deterioro se ha acelerado notablemente en los últimos 20 años.
De acuerdo con el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, la península de Yucatán contribuye al patrimonio natural y cultural de México y del planeta.
En esta región, donde alrededor del 64 por ciento de la tierra es de propiedad social, principalmente de comunidades campesinas y de pueblos originarios, la superficie forestal es de alrededor de 9.6 millones de hectáreas, que junto con los territorios forestales de Chiapas, Belice y Guatemala constituyen la mayor extensión continua de selva tropical de América después de la Amazonia: La Selva Maya. Valor ambiental de la península de Yucatán.
En la península se encuentra 54 por ciento de los manglares de todo el país, el mayor continuo de selva tropical y varios ecosistemas únicos como los petenes, los cenotes y un enorme sistema cavernario inundado. Adicionalmente, en esta región se localizan cuatro de los acuíferos más importantes de México, que recargan 25 por ciento del agua total del país.
SNGZ