En México, los bebés de las madres que trabajan sólo reciben leche materna como alimento exclusivo durante 4.6 meses en promedio, debido a las limitaciones en sus centros de trabajo, que en gran medida persisten por el desconocimiento de los beneficios de promover la lactancia materna, pero también, a que se percibe como una práctica que involucra sólo a las mujeres.
Lo anterior, se desprende de un diagnóstico realizado por Unicef y la Universidad Iberoamericana sobre los avances en materia de políticas de promoción de la lactancia en el entorno laboral en México.
Para promover la lactancia en centros de trabajo, la organización lanzó la campaña Si tú no lo harías y, a través de un video, denuncia la situación que viven las madres trabajadores con recién nacidos, que en la mayoría de las ocasiones tienen que ir al baño para extraer la leche, y preparar el alimento de sus bebés.
“Es esencial que se cumpla en el ámbito laboral la legislación que protege el derecho de las madres trabajadoras a amamantar a sus bebés a través de permisos de maternidad remunerados, descansos durante la jornada laboral y espacios dignos para amamantar o extraer y almacenar la leche.
“La unión de esfuerzos es crucial en el proceso de lograr que todas las trabajadora ejerzan su derecho a amamantar a su hija o hijo. Si las empresas en México se comprometen con la implementación de estas políticas, contribuirán de manera crucial al desarrollo de una población más sana y próspera”, señaló Christian Skoog, representante de Unicef en México.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Universidad Iberoamericana presentaron hoy el Diagnóstico sobre los avances de las políticas a favor de la lactancia materna en el lugar de trabajo en México, al igual que varias recomendaciones, basadas en la evidencia, para su fortalecimiento, el cual muestra las limitaciones para la lactancia en los lugares de trabajo.
El análisis también documenta que, en México, el ejercicio de lactancia es diferente entre las mujeres que trabajan y las que no.
La práctica exclusiva, es decir, cuando la leche materna es el único alimento que reciben las y los recién nacidos en sus primeros seis meses de vida, es de 10.8 por ciento entre las madres trabajadoras y de 15.6 por ciento entre las que no trabajan fuera del hogar.
La lactancia continua, es decir, la que se mantiene hasta los dos años, es de 8.5 por ciento para el primer grupo y de 16.8 por ciento para el segundo; mientras que el promedio de duración de la práctica es de 4.6 y 9 meses, respectivamente.
En el encuentro virtual con integrantes de la comunidad empresarial, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y UNICEF relanzaron la Guía para la instalación y funcionamiento de salas de lactancia, creada en colaboración con la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Asimismo, la STPS y Unicef anunciaron que a partir de marzo estará disponible un curso en línea sobre la lactancia materna enfocado a personas trabajadoras, empleadoras y público en general, el cual será totalmente gratuito a través de la plataforma del Programa de Capacitación a Distancia para Trabajadores (Porcadist) de la STPS.
“Promover la lactancia materna es una de las medidas más eficaces que puede adoptar un país para combatir la mala nutrición a lo largo de la vida y prevenir enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes tipo II y otras enfermedades cardiovasculares”, indicó Skoog.
En el ámbito laboral se ha identificado que la lactancia materna en el lugar de trabajo puede incrementar la eficiencia y productividad y, a su vez, reducir el abstencionismo, ya que, entre otras cosas, las mujeres que amamantan suelen faltar menos al trabajo debido a que sus bebés enferman menos.
El apoyo para que las trabajadoras amamanten puede ahorrar a los empleadores dinero en el largo plazo, según evidencia de prácticas en otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos, las empresas con un programa de apoyo a la lactancia materna ahorran un promedio de tres dólares por cada dólar que invierten.
Ofrecer un programa de lactancia en el lugar de trabajo también ayuda a mantener una fuerza laboral estable reduciendo la rotación de mujeres trabajadoras.
Durante su participación, la titular de la STPS, Luisa Alcalde Luján, expresó que la Guía para la instalación y funcionamiento de salas de lactancia reconoce la importancia de la lactancia como un derecho fundamental para las mujeres y sus hijos, el cual debe ser atendido y fomentado por los centros de trabajo de todo el país. Además, esta práctica debe ser respetada en un esfuerzo conjunto entre empleadores, trabajadores y organizaciones sindicales.
“La instalación de estos espacios debe ir acompañada de la promoción de una cultura laboral en la que se respete a las mujeres como trabajadoras iguales. En la Secretaría del Trabajo y Previsión Social sabemos que los derechos de las madres trabajadoras son la base para construir un futuro mejor para todos”, afirmó.
Para consultar cómo implementar una política de apoyo a la lactancia materna en empresas u otros lugares de trabajo, puede escribir a lactanciaenlaempresa@unicef.org.
LP