En Ciudad Madero al sur de Tamaulipas se encuentra una de las seis refinerías de México, la refinería Francisco I. Madero; recinto donde no sólo se origina una importante derrama económica para el país, sino que también ha sido una fuente de contaminación que preocupa a los habitantes de las colonias aledañas como “Hermenegildo Galeana”, “La Barra”, “Hidalgo Oriente”, entre otras.
Irma Mirus habitante de este último sector señala que a sus 78 años de edad se le pueden olvidar algunas cosas, menos lo que ocurre por las noches en la terminal de Pemex.
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“No te dejan ni dormir, de tanto escándalo que hay y luego viene un olor muy feo. Son muchos gases, eso es lo que hay en la noche porque en el día no hay nada, como a las ocho empiezan a meter ya todo el ruido. Te hace daño, nos pega mareos, eso es lo que nos pasa, te sube la presión” afirma sosteniendo un bastón que le ayuda a caminar.
Doña Irma vive con su hija, la señora Lourdes quien se suma al argumento de su madre, pues constantemente se enferman de las vías respiratorias y a menudo “hablan ronco”.
“Nos afecta bastante a las personas adultas lo que son sus emisiones; en los ojos, las vías respiratorias, como pueden ver la mayoría andamos roncos y es por las emisiones que no están haciendo bien su trabajo en cuestiones de saber proteger el medio ambiente”, señala.
Gases por doquier
De acuerdo a ambientalistas, desde su inauguración en 1914 este recinto ha estado contaminando el aire, suelo y mar; un problema que no cesa a pesar de los avances tecnológicos. Al biólogo Gabriel Cruz Reséndiz, “Gabriel Wildx” no le cuesta hablar constantemente sobre el tema.
“No en todos los cambios de materia prima que se hacen dentro de esta refinería se implementan debidamente las tecnologías que se ocupan para disminuir las emisiones a la atmósfera, estas emisiones sobre todo las partículas PM10, y PM2.5 son las más contaminantes y riesgosas para salud, ya que generan enfermedades respiratorias como el EPOC y hasta el momento no existe medición alguna de la generación de estas partículas y no nada más en la refinería sino en todas las industrias del sur.”Con información de Mario Juárez
SJHN