Marionetas, baleros, pirinolas, matracas, trompos, muñecas de trapo, yoyos y muchos más, son algunos de los juguetes tradicionales que marcaron la historia de muchos mexicanos, no obstante, con los años ha disminuido la adquisición de estos productos, por lo que comerciantes cada año buscan recuperar el interés de niños y niñas.
Con motivo de la llegada de los Reyes Magos, un grupo de artesanos acudieron a las instalaciones de la Casa de Cultura, donde ofertaron juguetes hechos con palma y madera como un futbolito, algunos muebles, aviones, camiones y otros objetos.
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El señor Roberto Roldán, quien lleva más de 40 años elaborando juguetes de madera, mencionó que, a comparación de hace 20 años sus ventas han bajado un 65 por ciento. Pese a este panorama, continúa buscando la manera de hacer atractivas sus creaciones para las nuevas generaciones.
“Tratamos de ir con las nuevas generaciones, hay que buscar qué hacemos para que nuestros juguetes les sigan llamando la atención y los compren”, indicó.
Añadió que este tipo de producto no es caro, ya que sus precios van de los 30 a los 300 pesos. Compartió que aunque normalmente vende en ferias y museos, es durante la llegada de Santa y los Reyes Magos cuando tiene mejores ganancias.
Por su parte, José Luis Bravo, fue uno de los comerciantes que se instalaron en la famosa calle de los juguetes, 16 Oriente - Poniente, entre los artículos que ofertó se encontraron casitas de muñecas, muebles, espadas y otros juguetes de madera. En entrevista, señaló que los objetos que fabrica tienen una serie de beneficios, además de solo entretener.
La estimulación cognitiva y psicomotora del niño o niña, la asimilación de conceptos como tamaños, texturas, pesos y formas, así como desarrollar su imaginación, son algunas de las ventajas de los juguetes tradicionales.
Además, de acuerdo con los comerciantes y artesanos, son más resistentes y a precios muy económicos. Por lo que, invitaron a Melchor, Gaspar y Baltazar así como a los ciudadanos en general a comprar estos juguetes y no dejarlos solo en los recuerdos de las personas mayores.
AAC