Un aproximado de 80 por ciento de los migrantes que cruzan por la zona de Bojay, en el municipio de Atitalaquia, provienen de Venezuela y están retomando el uso de los vagones de ferrocarril para viajar en busca del "sueño americano".
En las últimas semanas el cruce a pie por la zona ha disminuido considerablemente, pues los migrantes de nueva cuenta están abordando los vagones, en el estado de México, y cruzan Hidalgo a bordo de este transporte.
La ruta está repleta de venezolanos que ante la crisis económica y política, así como la represión de su país, salen en busca de mejores condiciones de vida para sus familias, como los hacen habitantes de otros países de la región.
Pero enfrentan más retos por la distancia y por puntos extremadamente complicados como la Selva del Darién, ubicada en los límites entre Colombia y Panamá; luego de eso deben enfrentar la difícil travesía que hacen los guatemaltecos y hondureños, quienes padecen la represión y acoso por parte de las autoridades mexicanas de migración, a la par de los ataques violentos y en ocasiones mortales de la delincuencia.
Durante este trayecto hay muchos atropellos a los migrantes, abusos y constantes detenciones por parte de autoridades mexicanas, quienes luego de aprehenderlos los dejan en cualquier punto de la frontera sur para que retornaran a sus hogares, pero los viajeros no lo hacen y por el contrario, reintentan llegar hasta la frontera norte.
A Luisa Silverio Cruz, integrante de la congregación religiosa de Los Sagrados Corazones, y quién está al frente de la casa asistencial para migrantes El Samaritano, le toca ver de forma directa el fenómeno; aunque el flujo por la casa ubicada en el cruce ferroviaria de Bojay ha disminuido, y apenas pasan cien migrantes por semana, ha emprendido junto con voluntarios la tarea de brindar alimentos ocasionalmente a los migrantes que se concentran en la zona del basurero de Tequixquiac, en el estado de México.
Allá se concentran aproximadamente 500 migrantes por día, haciendo una pausa en su camino, antes de abordar el ferrocarril para continuar su ruta. En el punto se vive una verdadera contingencia humanitaria, la cual se agrava por la actuación de las autoridades policiales y de Migración, quienes los aterrorizan constantemente con continúas redadas para dispersarlos.
La tarde del sábado 1 de abril aproximadamente mil migrantes se concentraron en el sitio, y cada día siguen llegando más grupos de migrantes mientras otros parten hacia el norte, en un ir y venir interminable.
La situación no cambiará sino hay una modificación en la política migratoria del país, dijo y señaló que a diario hay muchos atropellos a las personas migrantes, quienes viajan por las malas condiciones de vida en sus lugares de origen, y destaca que la migración no es deseable, pero sí es necesario que quienes lo hagan gocen de buenas condiciones para transitar por el país.
Acusó además que en México los políticos están usando la migración y sus tragedias como un botín, sin darle la seriedad debida y por ello en el país no hay una adecuada agenda migratoria y sólo se siguen los lineamientos migratorios de Estados Unidos.
Mientras tanto continúan los esfuerzos de casas asistenciales, agrupaciones y voluntarios para hacer más llevadera la travesía migrante por las múltiples violaciones a sus derechos por parte de grupos delictivos o de las propias autoridades.