Bianca García acomoda cada objeto que hay en su puesto, colocado frente el Mercado 1 de Mayo de Pachuca, así que apila las trompetas de colores, las banderas mexicanas, los aretes y los diversos artículos que forman parte de su puesto, mismo que colocó hace tan solo dos semanas, “porque nos habían dicho que este año no nos íbamos a colocar”, dice.
Entre el ir y venir de las personas que realizan sus compras en el mercado, Bianca sabe que la emergencia sanitaria y la restricción de ventas no le impedirá vender algunos artículos patrios, que es de donde puede obtener algo de recursos para comprarse ropa, zapatos y pagar una parte de la colegiatura de su escuela, en donde estudia comunicación.
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“En diciembre me titulo como licenciada en Comunicación, estoy feliz y pues trabajo los fines de semana para poder juntar para lo necesario, así como para el último jalón que se debe pagar para salir de la universidad".
“No es difícil trabajar y estudiar, lo he hecho durante toda mi vida, así que uno se acostumbra, pero trato de no descuidar la escuela y hasta el momento me ha funcionado”, señala Bianca.
Explica que no es la única temporada en la que suele trabajar, “también vendemos árboles navideños o artículos para decorarlos, pero en diciembre”, aunque no saben si podrán venderlos en la próxima temporada debido a la contingencia sanitaria.
“Yo creo que sí nos dejarán porque es parte de nuestro sustento, de aquí vivimos y mi mamá siempre se ha dedicado a las ventas, también lo hace vendiendo niños dioses, porque le gusta trabajar y a mí también".
“Desde que nací me traía al puesto, así que soy parte de comercio y me gusta. Mi mamá me ha enseñado a trabajar y a ganarme el dinero honradamente, así que seguiré en este camino”, expuso la joven.
Asegura que, a pesar de que pronto concluirá sus estudios universitarios, continuará con las ventas, porque gracias a ello puede salir adelante y puede pagarse lo que requiere, “porque así estamos acostumbradas.
“Aunque este año fue complicado y las ventas sí estuvieron bajas, está tranquilo, pero nos pusimos digamos que en un principio sin permiso porque hay un patronato por lo que se pusieron otros negocios y como el de nosotros tiene su lugar, si no nos colocábamos perderíamos el espacio, así que lo hicimos y ya luego vinieron los inspectores y no hubo problema, y que bueno, porque quería y me gusta trabajar”, concluyó.