Tras dos años en los que la pandemia provocada por la covid-19 impidió los eventos masivos, este viernes Santo 2022 el viacrucis que realiza la Basílica de Guadalupe salió de nueva cuenta a las calles de la colonia Independencia, en Monterrey.
Aunque a diferencia a los años previos a la llegada del SARS-CoV-2, en esta ocasión las calles no se "tapizaron" de gente, y solo fueron unos cientos los que acompañaron el recorrido por las 14 estaciones.
En cuanto al público que desde sus casas vio pasar, caer y levantarse a Jesús, sobresalió la señora que estaba haciendo su pollito y carnita asada o el joven que en estado inconveniente lanzó desde un segundo piso un "tecatazo" al contingente, mismo que no hizo blanco en ninguno de los actores o seguidores, debido a que golpeó primero unos cables.
En cuanto a la escena, sin duda el trabajo de los fariseos y de Jesús fue lo más sobresaliente.
Fue pasadas las cinco de la tarde que arrancó el último viacrucis del día, luego que por la mañana se realizaran los que lleva a cabo la iglesia María Goretti y la Catedral de Monterrey.
Y por espacio de una hora y media los fieles, creyentes, visitantes y público de ocasión, sintió la pasión de Cristo a plenitud, cara a cara pegados a su dolor.
Por otra parte, los otros personajes que "se llevaron" la tarde fueron los vendedores que hicieron su agosto en abril, tanto afuera de la iglesia como en la Explanada de la misma.
Lo que no pudo faltar tampoco fueron los gritos de algunos asistentes pidiendo cesara la golpiza a Jesús, la cual no paró y concluyó con la crucifixión del hijo de María.
Para llegar a la décimo cuarta estación, sepultarlo, y dejar todo listo para la número 15: la resurrección.