Magdalena Jacinto Juárez y su hijo Jovanni, de cuatro años de edad, sufrieron quemaduras de tercer grado tras la explosión por acumulación de gas ocurrido el 25 de mayo en un negocio ubicado en Toluca.
La mujer, originaria de la localidad de San Diego Linares, se dedicaba a labores de cocina desde hace un año y cuatro meses en dicho local en el cual se vendía birria. Ella quedó con problemas para caminar y sufrió lesiones en cara, manos y pies.
“Se quemó el 45 por ciento de mi cuerpo y las quemaduras más graves son las de mis pies, casi no puedo caminar, no tienen mucha flexibilidad mi pies, me van a hacer injertos en los pies, solo están esperando que sanen mis piernas”, dijo en entrevista para MILENIO Estado de México, Magdalena Jacinto Juarez.
El menor, que en agosto entraría a la escuela para cursar el preescolar y quien todos los días acompañaba a su trabajo a su mamá, se quemó los pies, espalda, manos, cara y cabeza; sin embargo, para recuperarse completamente requiere de una mascarilla y guantes cuyo costo es superior a los 18 mil pesos y sus padres no pueden absorber el gasto.
“Mi hijo ya está bien, sólo que necesita unos guantes y una mascarilla que vale 18 mil pesos y nosotros no contamos con ese dinero (…) si le ponemos la mascarilla y los guantes es para que pueda mover la mano y para que la cara le quede bien y no le queden marcas, la tiene que utilizar dos años”, comentó Magdalena.
La situación para la familia se complicó tras el estallido: el esposo de Magdalena perdió su empleo en una mina de piedra, pues se dedicó a cuidar a su hijo y esposa.
El dueño del negocio se deslindó de cualquier responsabilidad y ellos asumieron los gastos de los medicamentos.
“El patrón no nos ha ayudado con absolutamente nada, si acaso con unos cuatro o cinco medicamentos, pero no se ha hecho responsable de nada, dijo que no quería problemas y que se deslindaba de todo (…) Mi esposo se quedó sin trabajo por estarnos atendiendo”, explicó la víctima.
"Percibí el olor a gas
Magalena recuerda que la mañana de ese jueves 25 de mayo llegó a trabajar como todos los días acompañada de su hijo, al ingresar al local percibió un ligero olor a gas y lo comentó con su jefe, sin embargo, él no le hizo caso. El hombre revisó la instalación para checar si había alguna fuga, pero no encontró nada.
“Recuerdo que llegué al trabajo, percibí el olor a gas y esperé al patrón. Llegó como (a las) 08:40 y le dije que olía a gas.
"Abrió, entramos y le dije cómo 10 veces que olía a gas, pero cuando entramos cerró las perillas de la estufa y del tanque”.
Con el paso de los minutos, la mujer narró que el dueño le pidió qué comenzaran con la preparación de los alimentos. Ella tomó el encendedor y en ese momentos estalló el inmueble.
Relató que tomó a su hijo en sus brazos y salió corriendo a pedir ayuda.
La víctima señaló que pasaron 10 minutos cuando llegaron a auxiliarlos diversas ambulancias a la calle Felipe Villanueva y Constituyentes, en la colonia San Bernardino, y los trasladaron al Hospital Adolfo López Mateos en la capital mexiquense, desde ese día tienen que asistir cada semana a revisiones médicas.
Piden ayuda
Pese a sus lesiones en casi la mitad de su cuerpo, a Magdalena sólo le preocupa la salud de su hijo Jose Jhovanni y que su cuerpo no quede con marcas de la tragedia de la cual fueron víctimas, por lo que pide ayuda económica para comprar los guantes y la mascarilla que el menor necesita.
Para ello, crearon la pagina de Facebook:“Ayuda para Jhovanni”, en la cual esperan recibir apoyo.
“Pedirles ayuda para conseguirle los guantes y la mascarilla a mi hijo, ya que no contamos con todo ese dinero para poder comprarlos”, finalizó.
JLMR