Representando el luto, pero también la esperanza, vistiendo un ropón blanco con un manto negro y un pañuelo entre las manos. Desde el 26 de febrero de 1748, la Virgen de Nuestra Señora de la Soledad representa para los fieles que han perdido un ser querido, un consuelo.
La virgen pisó suelo poblano hace más de 300 años. La historia cuenta que el capitán don Diego Fernández de Santillán, conde de Casa Alegre, en su viaje a España preguntó a su empleado Manuel de los Dolores qué regalo deseaba por tantos años de servicio y lealtad, pues el conde ya no regresaría a la ciudad de los ángeles. “Una imagen de la Virgen de la Soledad”, respondió el criado.
De Santillán buscó en varios talleres al llegar a España y fue hasta que arribó a Sevilla cuando encontró la imagen de la soledad que fue de su agrado; ésta portaba el traje característico de la mujer viuda de aquel país: vestido blanco y manto negro. Su arribo a nuestra ciudad no sería tan fácil.
De acuerdo al relato del padre Miguel Arcángel de Simón, custodio de Nuestra Señora De La Soledad, el proceso para traer la imagen a Puebla fue tardío, por lo que, mientras se ajustaban los papeles requeridos, Santillán puso la figura a cargo de un convento en la ciudad de Sevilla.
Al llegar el momento del viaje, las monjas del convento se rehusaban a regresar la imagen. Una de ellas enfermó y su malestar hizo entender la importancia de devolver la virgen. Luego de esto, la monja sana milagrosamente, siendo este el primer milagro que se le atribuye.
El hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, Ismael Pedro Romero, compartió que durante el viaje en barco de España a Puebla, la figura de la virgen hizo varios milagros; lo que valió de fama entre los fieles.
Mientras llegaba su obsequio, Manuel de los Dolores inició con los preparativos para recibir a la imagen y construyó una primera ermita, que ahora se encuentra atrás de la edificación dedicada a la virgen. De acuerdo con el hermano mayor, a la llegada de la virgen había tanta gente que no cupo en el espacio designado, por lo que 40 años más tarde se edificó el templo de Nuestra Señora De La Soledad, el 26 de febrero de 1748.
Un día antes de llegar al templo fue trasladada a la Catedral de Puebla, donde las monjas de claustro, quienes fundarían el convento carmelitas, acompañaron la imagen en procesión.
CHM